martes, 27 de septiembre de 2016

Clínica Universidad de Navarra abre hospital junto a la A-2 en otoño de 2017

Adrián Delgado para ABC.es



«Un hospital, dos sedes». La Clínica Universidad de Navarra tiene muy claro el objetivo de su nuevo campus en Madrid: «Trasladar el prestigio asistencial adquirido en Pamplona, desde la fundación de su centro hospitalario en 1962, a la capital». Un proyecto que acaba de concluir una de sus principales fases con la finalización de la estructura de los edificios que conformarán su nuevo espacio, junto al kilómetro 7 de la A-2.

El futuro hospital y centro docente emprende así la última etapa constructiva que le permitirá, según la institución universitaria, abrir sus puertas en otoño de 2017. Unas instalaciones de tamaño medio que complementarán la oferta sanitaria privada de Madrid y que se asientan sobre una superficie de 46.000 metros cuadrados entre el puente de Felipe Juvara y la calle Marquesado de Santa Marta, en el distrito de San Blas-Canillejas. De ellos, 35.000 serán de uso hospitalario y el resto estarán destinados a instalaciones de servicio y aparcamiento.

La clínica compartirá espacio con un nuevo centro, situado junto a ella, en el que se impartirán estudios de posgrado. Másteres que ampliarán la oferta educativa que se desarrolla en Pamplona en el área de Ciencias Sociales y Humanidades, y Medicina.

«Se trata de un centro que nace con un tamaño comedido», aseguran desde la universidad navarra. El hospital contará inicialmente con siete quirófanos en los que se podrá realizar cirugía mayor, 60 camas para ingreso hospitalario, siete camas de UCI y otras siete para neonatos. A nivel organizativo, compartirá la misma estructura –tanto de áreas y especialidades, como departamental y directiva– que el hospital de Pamplona. «Será la Clínica Universidad de Navarra de siempre, ahora también en Madrid», señala su director general, José Andrés Gómez Cantero.

Medicina preventiva

Nueva sede de la Clínica Universidad de Navarra en Madrid para 2016
No obstante, la sede madrileña prestará especial atención a áreas como la materno-infantil, la oncología y la medicina preventiva. «La obstetricia, la ginecología oncológica y los chequeos de medicina general tendrán un peso importante en nuestra actividad aquí. Algo que, por otra parte, ya es seña de identidad de nuestro modelo asistencial en Pamplona», explican a ABC los portavoces del proyecto.

La investigación será otro de los puntos fuertes. «Somos un hospital que genera conocimiento y eso favorece poner a disposición del paciente ensayos clínicos y proyectos de investigación traslacional, que ayuden a cambiar el rumbo de las enfermedades», apunta Gómez Cantero. Para ello, la clínica ha anunciado que dispondrá de un equipamiento de última generación, incluido un PET-TAC para diagnóstico por imagen propio de medicina nuclear y aceleradores para tratamientos oncológicos. «En los próximos meses habrá más novedades tecnológicas para la nueva sede», anuncian.

Traslado desde Chamartín


A ella se trasladarán los 90 trabajadores de la clínica que la Universidad tiene ya en Madrid, en la calle General López Pozas, 10, en Chamartín. «Está previsto que el nuevo proyecto genere alrededor de 400 puestos de trabajo directos, que sumados a los ya existentes, rondarían el medio millar», explican.

Hasta el campus también llegará el trabajo que el Centro de Investigación Médica Aplicada de la Universidad de Navarra desarrolla en Pamplona para descubrir nuevos mecanismos de enfermedad y posibles dianas terapéuticas.

«A nivel asistencial el objetivo es implantar una dinámica de trabajo en la que la coordinación de los especialistas y la agilidad en los tratamientos sean clave», apuntan. «El enfermo siempre tendrá su médico de referencia; y todos los demás médicos que colaboran en el diagnóstico y tratamiento reportan al médico responsable. Este trabajo en equipo, favorecido por la dedicación exclusiva de los profesionales, aporta grandes ventajas para el paciente», presume Jesús San Miguel, director médico de la Clínica Universidad de Navarra. Los facultativos y todo el personal sanitario de ambas sedes participarán de los mismos procedimientos, metodología y avances terapéuticos.

«En definitiva, la clínica será un centro de alta resolución, especializado e investigador, con innovación tecnológica y una cuidada atención profesional en dedicación exclusiva, en el que todo se hace desde dentro, incluso la alimentación y la limpieza», concluyen.

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