domingo, 11 de septiembre de 2016

Plan MAD-RE para reducir la factura energética de los edificios construidos antes de 1980

El Plan MAD-RE para la accesibilidad, el consumo energético y conservación de viviendas El Plan MAD-RE (Madrid Recupera) ha llegado para quedarse. “Es urgente abordar el problema de la ineficiencia energética de los edificios y sus consecuencias para la economía de las familias y para el conjunto de la ciudad”, ha afirmado el delegado del Área de Desarrollo Urbano Sostenible, José Manuel Calvo. Este Plan, que ha arrancado este verano, se propone mejorar la eficiencia energética los edificios repartidos en 112 Áreas Preferentes de Impulso a la Regeneración Urbana y 17 distritos madrileños. Entre todas suman una superficie de más de 3.500 Ha donde viven alrededor de 1.300.000 personas.

Para valorar la importancia del Plan MAD-RE, basta decir que en Madrid hay más de 1,5 millones de viviendas de las que un 70% se construyeron con anterioridad a 1980, y por tanto, antes de que existieran las normativas en materia de eficiencia energética, por lo que la inmensa mayoría de los edificios no cuentan con sistemas de aislamiento térmico y pierden grandes cantidades energía a través de muros y cubiertas.

Mejorar el aislamiento de estos edificios supondría conseguir ahorros entre el 70% y 80% en la factura energética, en un país en el que el hay 1,8 millones de hogares que sufren pobreza energética y en el que el coste de la electricidad para un hogar medio se ha encarecido en los últimos 8 años en un 76% y el del gas en un 35%.

Pero no sólo eso: mejorar la eficiencia energética de nuestros edificios va más allá del ahorro en la factura de la luz. Es un eje estratégico de la lucha contra el cambio climático y la mejora del medio ambiente, y por tanto, es un problema que afecta a toda la ciudad.

El Ayuntamiento apela a la necesidad de concienciación de los ciudadanos sobre este problema, un enemigo invisible que convierte a los edificios en “sumideros de energía”. El delegado de Desarrollo Urbano Sostenible lo explica: “la hipoteca por la compra de una vivienda se amortiza con los años y se deja de pagar, pero las facturas de la energía, no solo continúan durante toda la vida, sino que se incrementan a medida que se degradan el edificio”.

Calvo es tajante al afirmar que “la única forma de ahorrar en la factura eléctrica es actuar sobre la envolvente del edificio. Es lo único que permite utilizar mucho menos la calefacción o el aire acondicionado. Y la ciudad también lo agradece”. Por eso, afirma “hay que avanzar en las políticas de sustitución de calderas, de sustitución de bombillas, etc hacia las políticas de intervención en las envolventes, fachadas, cubiertas, que suponen un verdadero – y duradero - ahorro”.

Plan MAD-RE


El Plan MAD-RE prioriza la eficiencia energética, con una subvención del 50 al 60% de las actuaciones, con un máximo de 8.000 euros por vivienda. Por tanto, supone una oportunidad para paliar las desigualdades socioeconómicas entre los distintos barrios de la ciudad y contribuye a la lucha contra la exclusión social, al mejorar las condiciones de vida de sus habitantes.

A nivel general, este tipo de intervenciones muy especializadas, mejorará la huella de carbono de toda la ciudad y contribuirá a la lucha contra el cambio climático. En este terreno, José Manuel Calvo advierte de que en eficiencia energética queda mucho por hacer, y señala que, a pesar de la proximidad de la fecha que obligará a construir edificios de consumo de energía casi nulo, se siguen haciendo inmuebles con calificaciones energéticas D ó E, lo que perjudica seriamente la política de ahorro de energía.

Con el Plan MAD-RE el Ayuntamiento de Madrid ha puesto en marcha una política de largo alcance para atajar problemas que, en caso contrario no harán más que agravarse. Por eso ha apostado por la rehabilitación con criterios de eficiencia energética, empezando por los barrios que quedan en esa zona intermedia de la ciudad entre el centro y los grandes desarrollos perimetrales, y en los que se encuentran las zonas más vulnerables. Y apuesta claramente por la rehabilitación integral.

Hasta el momento, desde que comenzó el plazo de solicitud el pasado 9 de julio ya han sido más de 6.000 los ciudadanos que han solicitado ayudas para mejorar la eficiencia energética y accesibilidad de sus edificios.

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