martes, 21 de abril de 2009

¿Blogueamos juntos el Quijote?

Uno de nuestros lectores nos lanzaba ayer el reto: "si para celebrar el día del libro se hace la lectura continuada del Quijote, ¿por qué no hacemos nosotros lo mismo desde los blogs?"

Siempre he odiado las cadenas, pero esta ocasión creo que merece la pena, y por lo tanto quiero empezar con el capítulo primero y pasárselo a cinco bloggers para que lo continúen… si quieren




Escolar, Elentir, Anghara, Prevost, y Raúl

¿Aceptarán también ellos el reto?




Capítulo Primero



Que trata de la condición y ejercicio del famoso hidalgo D. Quijote de la Mancha


El Quijote, visto por Antonio Mingote
En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor. Una olla de algo más vaca que carnero, salpicón las más noches, duelos y quebrantos los sábados, lentejas los viernes, algún palomino de añadidura los domingos, consumían las tres partes de su hacienda. El resto della concluían sayo de velarte, calzas de velludo para las fiestas con sus pantuflos de lo mismo, los días de entre semana se honraba con su vellori de lo más fino. Tenía en su casa una ama que pasaba de los cuarenta, y una sobrina que no llegaba a los veinte, y un mozo de campo y plaza, que así ensillaba el rocín como tomaba la podadera. Frisaba la edad de nuestro hidalgo con los cincuenta años, era de complexión recia, seco de carnes, enjuto de rostro; gran madrugador y amigo de la caza. Quieren decir que tenía el sobrenombre de Quijada o Quesada (que en esto hay alguna diferencia en los autores que deste caso escriben), aunque por conjeturas verosímiles se deja entender que se llama Quijana; pero esto importa poco a nuestro cuento; basta que en la narración dél no se salga un punto de la verdad.


(puedes seguir leyéndolo en otros cinco blogs... si aceptan el reto)

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