martes, 16 de septiembre de 2008

La peatonalización de la calle Fuencarral

Primero fue el cierre y peatonalización de la Dehesa de la Villa, el paseo de Camoens o la Casa de Campo. Luego les tocó el turno a las Áreas de Prioridad Residencial de Las Letras, Embajadores o Las Cortes. Se remodelaron para el peatón las plazas de Santo Domingo y Tirso de Molina. Se peatonalizó la cuesta de Moyano, la calle Arenal y Montera. Se ha anunciado la reforma de Sol y Ópera ganando más espacios para el peatón... y ahora le ha tocado el turno a la calle Fuencarral y la Red de San Luis.

En definitiva, el ayuntamiento de Madrid busca ganar espacios en la ciudad para el ciudadano, quitándoselos al vehículo privado.


Esta mañana el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, ha presentado la peatonalización de la calle Fuencarral, en el tramo comprendido entre la Gran Vía y la calle de Hernán Cortés, así como su conexión con la Red de San Luis y Montera.

La suma de las actuaciones en la calle de Fuencarral y en la Red de San Luis, que comenzarán a ejecutarse en 2009, dotarán de una nueva imagen y funcionalidad a uno de los puntos de la ciudad más transitados por los peatones, pues en él confluye el eje de Gran Vía con el de Montera-Sol-Arenal-Ópera-Plaza de Oriente.


Se creará así un gran eje peatonal, que permitirá ir caminando desde la glorieta de Quevedo a la glorieta de Bilbao por las amplias aceras recuperadas para el peatón en ese tramo de la calle Fuencarral. A través de esa calle llegaríamos al nuevo tramo peatonalizado comprendido entre la calle Hernán Cortés y la red de San Luis, tramo que tiene continuidad peatonal a través del eje Montera - Puerta del Sol - Arenal para desembocar en la Plaza de Isabel II, que también será peatonal, y llegar finalmente a la Plaza de Oriente.

Estado actual de la calle Fuencarral.

La calle Fuencarral tras la peatonalización.

De los 10.631 metros cuadrados sobre los que actuará el Ayuntamiento, 9.731 (el 91,5% de la superficie total) serán peatonales después de cuatro meses de obras y un presupuesto que supera los 2,7 millones de euros. Será un espacio dotado con 63 puntos de alumbrado público, 20 bancos y 168 árboles, de los que 30 serán de nueva plantación.

Un espacio público que, en palabras del alcalde, será una expresión más del lenguaje urbano por el que ha apostado Madrid, que establece una nueva y equilibrada relación entre el peatón y la metrópoli, basada en una redistribución de usos que favorecerán el encuentro y la convivencia de los ciudadanos.

El cierre al tráfico de la calle de Fuencarral desde su comienzo hasta sobrepasar el número 50 es el ámbito de más actividad comercial de Fuencarral y abarca cerca de 8.000 metros cuadrados. Con esta obra, el Gobierno de la ciudad excede su compromiso para la actual legislatura de "dar continuidad funcional y estética al eje Fuencarral-Red de San Luis-Hortaleza y Montera", ya que va más allá al dar un protagonismo absoluto al peatón.

El proyecto se suma a la reforma realizada hace dos años entre las glorietas de Quevedo y Bilbao, una superficie de 18.000 metros cuadrados de los que más de 13.650 fueron destinados al uso y disfrute de los peatones.


Las actuaciones también incluyen las calles aledañas de Pérez Galdós, Augusto Figueroa, San Onofre e Infantas en el recorrido comprendido entre la propia calle de Fuencarral y la de Hortaleza.




Sigue la información sobre la peatonalización de la calle Fuencarral, y la reforma de la Red de San Luis, [aquí]

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