El consejero de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, Borja Sarasola, ha presentado el libro “Gastronomía en Madrid: cocina, historia y tradición”, un compendio de la cocina, los alimentos y las tradiciones gastronómicas de Madrid a lo largo de la historia y que repasa, entre otros aspectos, los alimentos que siempre se han cultivado en la Comunidad, desde los vinos hasta las frutas, reivindicando la calidad de la gastronomía madrileña.
Esa apuesta por la calidad de los alimentos de la Comunidad se refleja en la puesta en marcha de M Producto Certificado, la nueva marca de garantía creada por el Gobierno madrileño para asegurar la calidad diferenciada de productos agroalimentarios producidos, elaborados y trasformados en la región, que tendrá en su inicio, en 2015, una dotación presupuestaria de 800.000 euros. La adhesión a M Producto certificado supondrá un incremento del valor añadido de los productos madrileños de calidad, y está previsto que agrupe a más de 300 empresas y hasta 1.500 referencias de productos en su fase inicial.
“Las figuras de calidad diferenciada y las marcas de garantía –ha dicho Sarasola- cumplen la misión de potenciar el producto local. Madrid no tiene nada que envidiar a otras regiones españolas altamente identificadas con su campo y sus alimentos: contamos con la tradición, los profesionales y los productos para sentirnos orgullosos de todos ellos. Por eso creemos en nuestra nueva marca, M Producto Certificado. Creemos en los productos que quedarán integrados en ella. Creemos en Madrid”, ha destacado Sarasola en la presentación en el restaurante Lhardy, uno de los establecimientos tradicionales mencionados en el libro.
“Gastronomía en Madrid: Cocina, historia y tradición”, de Ismael Díaz Yubero, estudia la historia de lo que se ha comido en Madrid, tanto en las casas como en las tabernas, los restaurantes, pastelerías y mercados con más tradición, y las materias primas que se han cultivado, y se siguen cultivando en la región. También son protagonistas del libro los mercados y ferias, las posadas y hoteles, fondas, cafés y pastelerías.
“Este libro –ha dicho Borja Sarasola- se une al conjunto de iniciativas, proyectos y negocios que, desde hace unos años, pelean por reivindicar el campo de Madrid y sus fogones como una parte valiosa e inseparable de nuestro patrimonio ambiental y cultural”. La Comunidad, según la última Encuesta de Población Activa, tiene en el sector agrícola y ganadero una tasa de paro inferior en un 16,6% a la media nacional, confirmando que tanto el sector primario como los servicios ligados a la gastronomía siguen una curva ascendente en la región, sumando las buenas cifras de la industria alimentaria, que con casi 18.000 trabajadores, ha batido su récord de exportaciones, con un aumento del 47% desde 2007.
El Gobierno regional apoya al sector primario y a la industria agroalimentaria con 30 líneas de ayuda por una cuantía cercana a los 50 millones de euros para la modernización de infraestructuras, el incremento de la competitividad, el apoyo a la exportación y el establecimiento de explotaciones agrícolas y ganaderas. Además, la actividad investigadora del Instituto Madrileño de Investigación y Desarrollo Rural, Agrario y Alimentario (IMIDRA) ha recuperado cerca de 190 variedades hortícolas tradicionales autóctonas para, en muchos casos, poder ofrecérselas a los agricultores.
Esa apuesta por la calidad de los alimentos de la Comunidad se refleja en la puesta en marcha de M Producto Certificado, la nueva marca de garantía creada por el Gobierno madrileño para asegurar la calidad diferenciada de productos agroalimentarios producidos, elaborados y trasformados en la región, que tendrá en su inicio, en 2015, una dotación presupuestaria de 800.000 euros. La adhesión a M Producto certificado supondrá un incremento del valor añadido de los productos madrileños de calidad, y está previsto que agrupe a más de 300 empresas y hasta 1.500 referencias de productos en su fase inicial.
“Las figuras de calidad diferenciada y las marcas de garantía –ha dicho Sarasola- cumplen la misión de potenciar el producto local. Madrid no tiene nada que envidiar a otras regiones españolas altamente identificadas con su campo y sus alimentos: contamos con la tradición, los profesionales y los productos para sentirnos orgullosos de todos ellos. Por eso creemos en nuestra nueva marca, M Producto Certificado. Creemos en los productos que quedarán integrados en ella. Creemos en Madrid”, ha destacado Sarasola en la presentación en el restaurante Lhardy, uno de los establecimientos tradicionales mencionados en el libro.
Un 17% menos de paro en el sector agrícola y ganadero
“Gastronomía en Madrid: Cocina, historia y tradición”, de Ismael Díaz Yubero, estudia la historia de lo que se ha comido en Madrid, tanto en las casas como en las tabernas, los restaurantes, pastelerías y mercados con más tradición, y las materias primas que se han cultivado, y se siguen cultivando en la región. También son protagonistas del libro los mercados y ferias, las posadas y hoteles, fondas, cafés y pastelerías.
“Este libro –ha dicho Borja Sarasola- se une al conjunto de iniciativas, proyectos y negocios que, desde hace unos años, pelean por reivindicar el campo de Madrid y sus fogones como una parte valiosa e inseparable de nuestro patrimonio ambiental y cultural”. La Comunidad, según la última Encuesta de Población Activa, tiene en el sector agrícola y ganadero una tasa de paro inferior en un 16,6% a la media nacional, confirmando que tanto el sector primario como los servicios ligados a la gastronomía siguen una curva ascendente en la región, sumando las buenas cifras de la industria alimentaria, que con casi 18.000 trabajadores, ha batido su récord de exportaciones, con un aumento del 47% desde 2007.
El Gobierno regional apoya al sector primario y a la industria agroalimentaria con 30 líneas de ayuda por una cuantía cercana a los 50 millones de euros para la modernización de infraestructuras, el incremento de la competitividad, el apoyo a la exportación y el establecimiento de explotaciones agrícolas y ganaderas. Además, la actividad investigadora del Instituto Madrileño de Investigación y Desarrollo Rural, Agrario y Alimentario (IMIDRA) ha recuperado cerca de 190 variedades hortícolas tradicionales autóctonas para, en muchos casos, poder ofrecérselas a los agricultores.
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