lunes, 24 de agosto de 2009

Adulterios en el Teatro Maravillas

Dirigida por Verónica Forqué


Como todas las grandes comedias, "Adulterios" arranca con un hecho muy serio y dramático. Una famosa y deslenguada psiquiatra neoyorkina, enamorada y casada con un atractivo abogado, descubre que su marido le es infiel. Recurre a su mejor amiga en busca de consuelo y consejo, pero pronto empieza a sospechar que su querida amiga es la amante de su marido. La farsa está servida al complicarse la situación con la llegada del marido engañado- un supuesto escritor que no conoce más que el fracaso y es, además, un gran maníaco depresivo- al que la noticia de la traición de su esposa, le provoca una extraña euforia.


Se avanza en el drama cuando el marido de la psiquiatra vuelve a por sus cosas porque quiere irse definitivamente de casa... pero a vivir con una jovencita, también psíquicamente no muy equilibrada, que es a su vez paciente de la psiquiatra. O sea, que lo pretende el astuto abogado es deshacerse de sus dos mujeres de un solo golpe maestro. Sólo la llegada inesperada de la joven amante dejará las cosas en su sitio, ante el regocijo de su verdadera esposa.

Acción continua en tiempo real, brillantes y divertídismos diálogos, agudas observaciones sobre el sexo y la infidelidad, y una crítica acertadísima a ese mundo que tan bien conoce el autor, más martinis a todo trago, hacen que Adulterios no sólo sea una deliciosa comedia, sino que el mismísimo crítico del New York Times la haya calificado de "obra maestra de Allen" y de "una joya".

Adulterios transcurre en un terreno muy familiar para el autor. Es decir, en esa parte de Manhattan frente al Central Park, que Woody Allen ha explorado asiduamente en sus famosas y divertidas películas. Una zona de enormes y decadentes edificios de apartamentos, con mucho portero uniformado, techos altos, espacios baldíos y psiquiatras en casa piso.

Woody Allen escribió varias obras directamente para el teatro. Sin embargo, ninguna con el ingenio de esta obra maestra sobre las meteduras de pata que cometen los adúlteros. El terreno puede parecer familiar, pero no el talento teatral con el que Woody Allen lleva a sus personajes a un combate casi letal que resulta desternillante. La obra no es sólo más divertida que sus películas. Es una joya.

Visto en: atrapalo.com

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