Presentado el libro ‘De Villa a Villaverde’

Del cronista Ángel del Río y el fotógrafo Raúl Cancio

En los últimos años, Villaverde ha dejado de ser un distrito periférico para adquirir un renovado protagonismo dentro de una de las metrópolis más dinámicas de Europa. De todo ello se da fe en el libro "De Villa a Villaverde", escrito por el cronista Ángel del Río y retratado por el fotógrafo Raúl Cancio. Así lo dijo el alcalde de la Ciudad de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, que trasladó con los autores al distrito para presentar la obra.


En 1995 comenzó la transformación de Villaverde. Desde el Gobierno regional, ha explicado el alcalde, se decidió "transformar la realidad" y emprender iniciativas concretas para mejorar la calidad de vida, el bienestar y las oportunidades de progreso de todos los ciudadanos. "Quisimos que todas esas iniciativas se articularan, incluido su diseño y ejecución, en permanente diálogo con sus destinatarios, contando con una activa participación ciudadana, representada por la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos de Madrid".

Ahí nació el Plan 18.000 Usera-Villaverde, un modelo que luego se aplicaría a otros puntos de la capital y que desde el Gobierno de la ciudad tuvo su continuidad en este distrito con el Plan Especial de Inversión Territorial y los Planes de Barrio, en los que también ha participado la Unión Europea. De hecho, a Villaverde se le destinaron 7,7 millones de euros procedentes de los fondos Urban-FEDER, para favorecer el progreso social y económico o la regeneración urbana y ambiental, así como otras actuaciones, como es la edición de este libro.

Balance municipal de 15 años

El alcalde hizo un balance de las mejoras de los últimos quince años, refiriéndose al acceso a la cultura, a través de equipamientos como el Centro Cultural Santa Petronila o el Conservatorio de Música y Danza de El Espinillo; a la recuperación del patrimonio histórico; a la mejora de las comunicaciones (prolongación de la línea 3 de Metro); a la creación de nuevos espacios para el paseo y la convivencia, como la Gran Vía de Villaverde; al incremento de la oferta deportiva y al desmantelamiento de núcleos marginales y realojamiento de sus habitantes.

También mencionó Ruiz-Gallardón la creación de nuevas escuelas infantiles para ayudar a conciliar la vida familiar y laboral, la apertura de nuevos centros de mayores y de día para que los residentes de mayor edad no hayan de abandonar su entorno, y la inauguración de una nueva Unidad Integral de la Policía Municipal y una nueva base del SAMUR.

Todas estas operaciones realizadas en Villaverde han estado vinculadas a un modelo de desarrollo urbano, económico y medioambiental sostenible. Lo cual no ha sido tarea fácil, dijo el alcalde, teniendo en cuenta que en el curso de un siglo la población de Villaverde se ha multiplicado por cien, pasando de 1.300 habitantes a cerca de 150.000, de los cuales el 50% ha nacido fuera de Madrid, y 35.000 proceden de otros países. Unos datos que denotan que Villaverde es un espacio abierto y generoso, cualidad que comparte con su condición de polo industrial principal de la ciudad.

"En este sentido, hemos trabajado para hacer de Villaverde un espacio atractivo para que se asiente en él una nueva industria eficiente, competitiva", manifestó Ruiz-Gallardón, refiriéndose en este caso a la reconversión de la Nave Boetticher en la Catedral de las Nuevas Tecnologías, la modernización de sus polígonos industriales, la apertura de un Vivero de Empresas, o la elaboración de un Plan Estratégico para la creación de un Parque Científico y Tecnológico, acciones todas que se recogen en uno de los epígrafes del libro de Ángel del Río y Raúl Cancio.

Por último, y para resumir todo el trabajo a favor de la cohesión social y el reequilibrio territorial, Ruiz-Gallardón ha hablado de la renta per cápita, que aumentó en un 30% en Villaverde en el periodo 2003-2007, mientras que en el conjunto de la ciudad lo hacía un 24%.