viernes, 12 de septiembre de 2008

Un nuevo edificio para la Gran Vía


La inmobiliaria catalana, Renta Corporación, adquirió la antigua sede del Banco Atlántico, situada en la madrileña calle de Gran Vía, número 48 y, en el 3 de la calle de Tudescos en marzo de 2006. Renta Corporación pretende "restaurar la homogeneidad formal y estilística" que consideraba perdida en la zona. En su opinión, la fachada de vidrio que del Banco Atlántico era un "accidente formal" que interrumpía la continuidad estilística y la unidad formal de las fachadas de la calle. Su transformación contribuirá a restablecer el uso residencial en el centro de la ciudad. El nuevo inmueble contará con los más altos niveles de calidad y diseño arquitectónicos, ya que se trata de una iniciativa que responde a los objetivos del Plan de Acción para la Rehabilitación del Centro.


Fue demolido a finales de 2007 y en el solar se construirá un nuevo inmueble emblemático de más de 10.000 metros cuadrados de superficie, y de aproximadamente 2.000 metros cuadrados bajo rasante destinado a vivienda residencial de lujo de tamaño medio. La inversión de Renta Corporación ascenderá a más de 100 millones de euros: 82 en comprar el antiguo edificio y el dinero restante en la construcción del nuevo, cuyo diseño se ha encargado al arquitecto Rafael de la Hoz. El encargo incluye diez plantas con pisos (albergará alrededor de 150 viviendas) un área comercial y 200 plazas de aparcamiento. Un choque de estilos. Una lucha entre el pasado y el presente. Una obra de riesgo. "Es un desafío casi insuperable. La primera sensación es huir del proyecto". Así define el arquitecto Rafael de la Hoz el proyecto de diseño del edificio que le ha adjudicado la empresa Itcarcris-Patricel en la calle Gran Vía número 48.


El arquitecto, que actualmente ha presentado sus diseños del Campus de la Justicia de la Comunidad de Madrid, ha aceptado el reto de construir en el siglo XXI un edificio que se integre en la Gran Vía, una calle plagada de edificios del siglo XIX y ornamentos clásicos. "Lo verdaderamente difícil en este proyecto para un arquitecto contemporáneo es conseguir que el edificio pase desapercibido para el público, que se integre en esa parte tan importante de la ciudad". De la Hoz asegura que la dificultad está en que los contemporáneos han roto con las reglas clásicas de la arquitectura y eso "chirría" con el concepto con el que se creó la calle más conocida de Madrid. "No se puede caer en el cliché del continuismo porque la Gran Vía está sobreornamentada y más adornos no ayudarían al conjunto, pero tampoco se puede ser arrogante e ir por libre. En el estudio estamos buscando un punto intermedio", asegura. De la Hoz concluye: "Lo habitual al construir un edificio es buscar la espectacularidad. Aquí la premisa es buscar la continuidad en la Gran Vía. Queremos respetar la imagen de Madrid".

5 comentarios :

  1. <span>¿En qué estás pensando...?vaya truño de proyecto...no puede ser menos acertado</span>

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  2. ¿Quién ha decidido que la Gran Vía está "sobreornamentada" y que más adornos "no ayudarían al conjunto"? Desde luego, este mundo está lleno de "dioses" que deciden por los demás constantemente. Si de algo carece ese diseño es de continuidad y de respeto por la imagen de la calle. Ya se lamentará la gente de que se haya permitido edificar algo tan feo en una zona tan simbólica de la ciudad.

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  3. Es lo peor ese edificio, no respeta para nada la ordenanza vigente

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  4. Vaya mierda de edificio, en que pau no lo han admitido... feo con H de HORROROSO llevatelo a Cordoba donde naciste y ponlo al lado de la mezquita que tambien esta muy ornamentada... ridiculo!!!!!

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  5. RESPETAR LA IMAGEN DE MADRID?? Con esos volumenes seguro que lo consigues fiera !

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