Escrito el 20 de septiembre por Atila
Buenos días:
A propósito de los recortes en educación decididos por la Comunidad de Madrid para este curso 2011-2012; aprovecho para proponer una de tantas opciones viables para evitar dicha reducción del presupuesto. Esta es, la reconversión de Telemadrid adecuándola a la realidad actual y siendo consecuente con la ideología propugnada desde el gobierno de la Comunidad de Madrid.
En absoluto esta propuesta pretende ser el único remedio para evitar los recortes en educación. Cítese como ejemplo que, mientras se aprueba podar los presupuestos en educación en 80 millones; la sra. Aguirre gastará este ejercicio 111 millones de euros en publicidad.
Uno de los fines de las empresas públicas es la generación de una dinámica empresarial en sectores con escaso desarrollo. En ese sentido, el florecimiento de las televisiones autonómicas, ha fomentado la aparición de un buen número de productoras audiovisuales privadas en todo el territorio español con las consecuencias de generación de empleo y riqueza para dicho ámbito.
El nacimiento de estas productoras es un fenómeno moderadamente reciente en nuestro país. Eso obligó a que las primeras televisiones autonómicas tuvieran que proveerse de personal propio que suministrara contenidos a la propia cadena; y que sirviera de “puerta de acceso” para la producción privada.
Telemadrid pertenece a esa primera generación de cadenas autonómicas dotada con una enorme plantilla de técnicos creadores de contenidos. En el extremo opuesto, estaría Aragón TV. Frente a los casi 1.200 empleados de la cadena madrileña, la cadena aragonesa tiene menos de 200.
Es obvio que una empresa es mucho más manejable cuanto menor sea su tamaño. Las empresas de grandes plantillas, y muy especialmente las públicas, tienen el peligro de convertirse en enormes monstruos torpes, pesados… y muy caros.
Por otro lado, la externalización de servicios –y los contratos con productoras privadas lo son- permite abaratar enormemente la inversión final para lograr el producto. Además, trabajar de este modo hace de la gestión algo enormemente ágil y con capacidad de transformación inmediata.
Las televisiones autonómicas tienen por objeto, cubrir aquellos aspectos regionales que las televisiones nacionales no llegan a atender. Se entiende que ese carácter más doméstico encarece la eficiencia económica del canal por lo que son los propios gobiernos autonómicos los que firman los llamados “Contratos-Programa”, con los que se pretenden subsanar dichos déficits.
En estos contratos-programa, las autonomías establecen cuanto dejará de ingresar la televisión autonómica por programar contenidos de carácter regional. Por dar un ejemplo, el impacto negativo que sufre Telemadrid por programar contenidos circunscritos a la comunidad madrileña, ha sido tasado por la sra. Aguirre en 80 millones de euros para este 2011.
Obviamente, si los contenidos esenciales de una televisión autonómica son los propios de la región que los acoge, habrá que prever que la audiencia sea menor si la comparamos con un contenido más comercial y cercano a la ciudadanía.
El problema es cuando todas estas variables se desvirtúan, mezclan y corrompen. El carácter vitalicio del funcionario español se justifica en la independencia del mismo respecto del poder gobernante. No es así en las empresas públicas en donde con cada cambio de gobierno, mudan también cientos de dirigentes de las empresas públicas. Al final, en las mismas, no encontramos al más competente por su currículum profesional; sino al más afín por su currículum político.
Esta discrecionalidad en el devenir de las empresas públicas afecta también a los contratos de las mismas. Con lo que muchas contrataciones que hacen dichas empresas no obedecen a criterios como eficiencia o calidad sino a acuerdos en la órbita política.
Las raíces, la esencia de las televisiones autonómicas, es algo intangible y por lo tanto difícil de valorar en cuanto al impacto negativo que la programación de contenidos vinculados a ello genere. Esta indeterminación convierte la programación de muchas de las televisiones autonómicas en un producto semejante al de otras cadenas de televisión de carácter general.
Esta realidad hace que las televisiones privadas tengan que competir con cadenas públicas; financiándose por las administraciones, en lo que es una clara muestra de competencia desleal.
El nefasto proceso para la selección de los directivos de estas emisoras autonómicas ya comentado antes, genera que estas televisiones, a pesar de tener una programación similar a la de cualquier cadena generalista, tenga una audiencia infinitamente menor. Decíamos a nivel de comparación, que mientras Telemadrid ronda el 8% de audiencia, Telecinco ronda el 24%. Una audiencia, la de Telemadrid, lograda con una subvención pública (80 millones) que duplica el monto logrado por ingresos propios.
No sólo eso, Telemadrid, con una estructura empresarial acorde con la de las televisiones autonómicas de 1ª generación –con una gran plantilla que puede proveer de la mayor parte de contenidos- se gestiona obteniendo dichos contenidos a partir de productoras privadas externas. Esta realidad supone duplicar la estructura en cuanto a generación de contenidos. Por un lado, se tiene el personal propio de la cadena que pudiendo elaborar contenidos, no lo hace por decisión empresarial, y se le paga por no hacer nada; y por otro lado, el personal externo que si que hace contenidos, y también se le paga por ello.
Ante esta situación hay varias opciones. La primera y ya comentada, es la privatización de las cadenas autonómicas. Lo impide la legislación y el escaso interés de muchas comunidades de perder el control de una entidad pública, aunque sea ruinosa y aunque mantenerla nos exija recortes en educación.
Otra opción sería segregar la sociedad en dos nuevas entidades. En un organismo quedarían concretados aquellas cuestiones no-privatizables. Hablo de la titularidad del canal autonómico así como su gestión administrativa.
En otro ámbito, se agruparía aquellos negociados potencialmente vendibles. Hablo principalmente de la producción. Es obvio que esta nueva sociedad sería la que más personal arrastrara. Pero es una realidad la existencia de productoras donde trabajan miles de personas.
Imagina Media Audiovisual es la mayor productora española y suma más de 2.000 trabajadores. Es obvio que esa nueva Telemadrid-Contenidos requeriría un profundo proceso de reconversión y reciclado de sus trabajadores; pero también es cierto que hablamos de buenos profesionales con buenas instalaciones; y con muy buenas expectativas.
Sin embargo, todo este debate no tendría sentido si no planteáramos qué contenidos son los esenciales en Telemadrid y cuales no tienen cabida en esta cadena regional. Y no menos importante, hasta qué límite debemos financiar Telemadrid para ofrecer ese nuevo perfil más local y menos comercial.
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martes, 20 de septiembre de 2011
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La mejor reforma de TeleMadrid es su venta o en su defecto, el cierre y desmantelamiento.
ResponderEliminarGracias de nuevo a Atila por su artículo de opinión
ResponderEliminar¡Cierre YA!
ResponderEliminarPor cierto ... ¿Qué pinta Imagina en este post? Parece simplemente publicidad gratuita... sobre todo teniendo en cuenta que Imagina se hecho inmensamente rica vendiendo productos por encima del precio de mercado a las televisiones públicas. No es de extrañar que alguno de sus propietarios se declare marxista ... sin el estado no sería tan rico.
ResponderEliminarImagina es precísamente el argumento Nº1 para cerrar la teles públicas.
hay cosas en este país que son intocables: la tele, el júrgol y similares, la corona...
ResponderEliminarVenta y desmantelamiento de las televisiones públicas, TODAS, y ya. Que lo que se saque se destine a pagar la deuda que hemos dejado que se genere... y así con todo lo que aún esté en manos del Estado.
ResponderEliminarUna vez vaciado el Estado de contenido y liberalizado el mercado de una santa vez, pagar el resto de la Deuda que nos lastra y meter a los responsables en la cárcel, hacer de España un país con Estado de Derecho que necesite `poco dinero para funcionar.
Y ahorrar, de una santa vez... eso que tanto le molesta a los progresistas que saben que la deuda es la pobreza que luego explotan en su provecho.
Yo soy cámara de tv, y he estado trabajando en A3, donde externalizaron el servicio de cámaras (lo más parecido a privatizar), y TODOS cobran mucho menos, hasta 1/3 de lo que cobraban antes. Hasta hace nada no tenían delegado sindical, era uno impuesto por la empresa, tienen quejas constantes, etc...
ResponderEliminarAl final una privatización es lo mismo que una externalización; menos empleados, empleo más precario, y por lo tanto, menos consumo y más crisis...
No digo que se tengan que cambiar cosas, pero precisamente los empleados (cámaras, periodistas, etc), son los que al final pagan el pato; porque ni los políticos ni los altor cargos van a pasar penas...
Tanto que se queja la gente del paro, muchos cámaras de A3 al cobrar muchisimo menos que antes, ven que el sueldo que tienen es insuficiente para poder pagar la hipoteca y demás, y se dedican a grabar para bodas, bautizos, cortos, etc; un trabajo que antes hacían los que acababan de estudiar, y que toda esa gente no puede hacer porque la demanda queda cubierta con la oferta de gente que lleva años trabajando en A3 y por tanto tienen mucha más experiencia.
Un saludo!
Creo que te estas dando cuenta de lo que tienen que hacer el resto de los mortales... No me alegro de que te pase esto desde luego pero es lógico que cada vez haya menos privilegios y menos empleados publicos. Y menos aún cuando se hace un uso tan "no público" de estos medios. Se encontrará otra forma de trabajar...Acaso los periodicos no son todos privados y "parece" que funcionan bien?
ResponderEliminarUn saludo
Coincido con buena parte de los argumentos expuestos. Cuando TVE nació, era lógico que se tratara de una apuesta del Estado en un sector en el que la empresa privada no tenía nada que hacer dado que la inversión era bastante elevada y los beneficios estaban por ver. Pero que en 2011 haya`cadenas públicas autónomicas es un despilfarro. Amén, por supuesto, de las locales, y de las segundas cadenas (por ejemplo, La Otra o las innumerables existentes en Cataluña). El problema es que los políticos -todos los políticos- desean tener un instrumento de propaganda a su favor y la televisión es uno preferido.
ResponderEliminarAhora bien, la privatización/elimnación de las cadenas públicas es solo un paso. Hay que eliminar tanto enchufado político al que se la han adjudicado empresas públicas; hay que eliminar cargos ineficaces, intermediarios y gastos supérfluos. Hay que eliminar las ayudas no solo a partidos políticos, sino también a sindicatos, ONGs y similares. No es de recibo que con la actual crisis, se siga subvencionando en maor o menor medida a asociaciones de lo más variopintas: homosexuales, defensores de animales, asociaciones culturales... Quien quiera ejercer de político, sindicalista o asociacionista que se busque la vida económicamente.
Y basta también de funcionarios que cobran por 21 horas lectivas y solo hacen 18. Yo cobro por 40 horas semanales y trabajo, cuando menos, 40 horas semanales. ¿Por qué los profesores han de tener privilegios especiales? Es innegable que el funcionariado es necesario, que desarrolla una labor útil en muy diversos aspectos del funcionamiento del Estado y la sociedad, pero de igual manera que defiendo a los funcionarios, me he de limitar a los funcionarios honrados y trabajadores, que ven en la Administración una forma de ayudar al servicio público y no solo un "chollo". Por eso, el hacer demagogia diciendo que si la Comunidad se va a gastar 110 millones en publicidad (concepto ampliamente genérico y que incluye desde carteles, anuncios sobre los servicios prestados por la Comunidad....) mientras que se pretende un recorte de 80 millones en educación, me parece el tipico comentario progre que no se responde a la realidad.
Queremos reducir la deuda que han generado los políticos (sobre todo, no lo olvidemos, el querido gobierno central solcialista? Pues que cada palo aguante su vela, que hay mucho que hacer y mucho por dónde ahorrar.
El problema de telemadrid no es su existencia, el problema de telemadrid es el mal uso que se le ha dado. Sobretodo desde la llegada al poder de la administración de Esperanza Aguirre. Ha bajado su audiencia a niveles absurdos, los servicios informativos (los cuales son en la base su verdadera razón de existir).. han sido denunciados en numerosas ocasiones por manipulaciones, la información es partidista y su imagen se ha visto manchada por personajes como Sánchez Dragó (auto inculpado en un delito de corrupción de menores, patético) y Hermann Tertsch (ingresado en el hospital por una pelea de borrachos en un bar a media noche, penoso). Todo ésto consecuencia directa de usar la televisión pública como cementerio de Elefantes afines a la adminstración madrileña.
ResponderEliminarÉsta situación no es exclusiva de Madrid, en Andalucía el enchufe tambien sirve como administración de la televisión pública, en Cataluña es descarado, y Valencia mejor ni hablamos, en Castilla La Mancha ayer hoy y siempre ha pasado lo mísmo.. y en el resto de atonomías hablamos de los mísmo errores. El problema de todo ésto no es la televisión pública sino el mal uso que se le da, de primeras los gobiernos no deverían tener patente de corso para administrarlas siendo como son un cuarto poder. Lo lógico sería una comisión formada por miembros de todos los partidos de la cámara atonómica (uno por partido) que decidiese por votación el director de la entidad pública. Reducir sus contenidos a básicamente información ciudadana, municipal y autonómica. Funcionamiento de los servicios públicos y conocimiento de las diferentes actividades culturales de toda la región. Y se acabó... una televisión autonómica no deve emitir más contenidos... Si hay que retransmitir algún evento de la región se hace, sean toros, sea futbol, sea ciclísmo, sea conferencias, sean sesiones de la cámara regional, sea cualquier acto público o privado de interés para la comunidad, pero ya está. No hace falta emitir series de ficción que cuestan un ojo de la cara comprar sus derechos, no hace falta emitir cine, y mucho menos no nacional.. y tampoco hay que inventarse concursos ni chorradas para poder justificar muchos gastos...
De esa forma seguro que se ahorraría muchos gastos y lo más seguro es que se recuperaría cierta audiencia que con la TDT de ahora la cosa está dificil de conseguir.
Primero Antena3 nunca ha sido una empresa publica (se puede comprobar en la Wikipedia)
ResponderEliminarSegundo los delegados sindicales siempre se eligen mediante voto de los afiliados sindicales no pueden ser impuestos por la empresa (Artículo 10 de la Ley Orgánica 11/1985), de todas formas aunque fuese asi por corrupción o miedo, siempre hay otros sindicatos menores nadie te pone una pistola para que estes en un sindicato vete a otro o haz otro nuevo.
En cuanto a lo de la externalización tal como te dice hpb es un mal extendido por todo el país solo te puedo decir "Bienvenido a España"
el estado no deberia de dar ni un centimo ni en publicidad ni en televisión porque no son cosas imprescindibles y sobretodo en una crisis
ResponderEliminarEn resumen, usted habla de una ley que determine:
ResponderEliminar- qué contenidos debe tener una televisión autonómica y cuáles no.
- cómo debe ser gestionada.
- cómo debe captar sus recursos y cómo se debe articular las ayudas públicas.
- cuántos medios deben conformar dicho ente: nº canales tv, emisoras de radio, etc.
Nunca he entendido porqué se subvencionan cadenas y no contenidos.
ResponderEliminar¿Por qué no apostar por desgravaciones a programas culturales, educativos y demás, y gravámenes a programas poco ejemplares, tipo "salsa rosa" independientemente de la cadena?
Es el único motivo que entiendo para que el estado ponga dinero en la tele, favorecer los programas que benefician a la sociedad y contener los excesos de los que la perjudican.
Cuando elaboraba el artículo, era una cuestión que me plantee. Las autonomías redactan contratos programas por los cuales pactan la elaboración de ciertos contenidos a cambio de un dinero.
ResponderEliminarEs cierto que el acceso a este contrato programa pudiera ser público con lo que todas las cadenas interesadas, pudieran hacerse cargo del mismo, y de su retribución económica. Sería similar a lo que sugiere el sr. Villarramblas.
Engarzando con la propuesta de Madrileño)- de convertir los canales autonómicos en canales culturales, leo la apuesta que hizo RTVE en 2008 para crear uno de contenidos esencialmente culturales. (Transcribo de la wiki)
Canal Cultural·es se creó en 2009 a partir de la fusión de los siguientes canales en uno solo: Canal Nostalgia, TVE 50, Canal Clásico, Docu TVE (que era heredero del canal Grandes Documentales de TVE).
Emitía en la televisión por cable y satélite, y a partir del apagón analógico se iba a poner en total funcionamiento en la Televisión Digital Terrestre añadiendo la programación del canal Clásico.
Finalmente, en junio de 2010 se fusionó con La 2, la cual emite actualmente la programación del canal desaparecido. El canal se encontraba disponible a través de <span>Movistar Imagenio</span>, y también estuvo en Digital+ hasta que el 1 de septiembre de 2010 cesó sus emisiones en esa plataforma.<sup></sup><span><span>[</span>6<span>]</span></span>
Finalmente, el 1 de enero de 2011, el canal cesó sus emisiones de todas las plataformas en las que emitía de forma definitiva.<sup></sup><span><span>[</span>7<span>]</span></span>
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Como se puede ver, no se puede ser más pesimista sobre el futuro de esta propuesta :( teniendo en cuenta la crisis actual y la infinidad de intereses alojados en las autonomìas.
P.D. Eso si, Teledeporte si que cuajó y aún emite.