Han comenzado en Brea de Tajo los trabajos para instalar 1.000 metros cuadrados de malla y cable de protección en la carretera M-221 para evitar el desprendimiento sobre la calzada de rocas y piedras que pudieran poner en peligro la seguridad de los conductores. Esta actuación consiste en la estabilización de los taludes rocosos, de 12 y ocho metros de altura, situados en los márgenes de la vía.
Durante el invierno, debido a las bajas temperaturas, se producen heladas que provocan la fractura de las rocas y, por deslizamientos o rupturas, la consiguiente caída de material rocoso de distinto tamaño a la calzada, lo que supone un riesgo para los vehículos. Para evitarlo se ha procedido al desbroce manual de la vegetación a lo largo del talud y el saneo de los bloques de piedra que estuvieran sueltos.
Los trabajos cuentan con un presupuesto de casi 60.000 euros y forman parte de las tareas de conservación de carreteras que el gobierno regional desarrolla habitualmente en las vías regionales para mantener en correcto estado los aproximadamente 2.600 kilómetros que componen la red regional. La Consejería de Transportes e Infraestructuras destinará 65,5 millones en 2012 para el mantenimiento de las carreteras a fin de garantizar la movilidad y seguridad vial de los madrileños.
En los últimos años, la siniestralidad en las carreteras madrileñas ha descendido, registrándose en 2011 un 3% menos de accidentes respecto a 2010, y desde el año 2000 una reducción superior al 68%, según datos de la Dirección General de Tráfico.
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