domingo, 23 de octubre de 2016

Placa conmemorativa dedicada a Antonio Hernández Gil en la calle de Serrano

Presidente de las Cortes Constituyentes durante la transición española, presidente también del Consejo de Estado, del Consejo General del Poder Judicial y del Tribunal Supremo. Son solo algunos hitos de la carrera profesional y política de Antonio Hernández Gil, abogado y político extremeño, vinculado estrechamente con Madrid, en cuyo recuerdo la alcaldesa de la ciudad, Manuela Carmena, ha descubierto una placa en la casa en la que tuvo su despacho, en la calle de Serrano, 87.



Este reconocimiento se enmarca dentro del Plan Memoria de Madrid, con el que la ciudad quiere mantener vivo el recuerdo de quienes han contribuido a tejer su historia. Carmena ha estado acompañada por miembros de la familia del jurista y de la Corporación Municipal. Además han sido numerosas las personas, ligadas al mundo judicial y político que se han sumado al homenaje, entre ellos, Pascual Sala, sucesor de Hernández Gil en la presidencia del Supremo y, posteriormente, presidente del Constitucional; los extitulares de la cartera de Justicia, Landelino Lavilla y Fernando Ledesma; el presidente del Consejo de Estado, José Manuel Romay, o la ex secretaria de Estado de Justicia y exvicepresidenta del gobierno, María Teresa Fernández de la Vega.


Nacido en el municipio pacense de Puebla de Alcocer, se licenció en Derecho en Salamanca y, posteriormente, se doctoró con premio extraordinario en Madrid. Ejerció la docencia en las universidades de Granada y Complutense y fue miembro de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación. En 1977 fue elegido miembro de la Junta Electoral Central en las primeras elecciones democráticas tras la dictadura. Tras esa cita electoral, Hernández Gil fue nombrado senador por designación real y ocupó la presidencia de las Cortes Constituyentes hasta la entrada en vigor de la Constitución, un texto en cuya redacción participó activamente al presidir la Comisión Mixta Congreso-Senado.

Convertido ya en un referente de la vida política, ocupó durante el primer gobierno de Felipe González la presidencia del Consejo de Estado, cargo que abandonó en octubre de 1985 para asumir la presidencia del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y del Tribunal Supremo, donde finalizó su mandato en 1990. En 1986 salió ileso de un atentado de ETA. Hernández Gil falleció en Madrid en 1994.

Memoria de una ciudad


El Plan Memoria de Madrid nació en 1991 con la intención de dar a los ciudadanos y visitantes un retrato de la ciudad a través de quienes en ella vivieron, de sus edificios singulares y de los escenarios urbanos que marcaron su historia.

La primera placa fue instalada en el número 72 de la calle de Serrano, en la casa donde el compositor gaditano Manuel de Falla escribió “La vida breve”. Durante este cuarto de siglo de vida del Plan, casi 400 placas componen esa memoria de la ciudad, que se nutre también de las aportaciones de la ciudadanía madrileña a través de la web www.memoriademadrid.es

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