jueves, 21 de marzo de 2013

La EMT recicló, regeneró o recuperó el 59% de sus residuos en 2012

En la EMT se generan diferentes tipos de residuos, fundamentalmente producidos por la actividad que se lleva a cabo en los talleres de mantenimiento y reparación de autobuses. Existen 23 tipos diferentes de residuos que son clasificados, atendiendo a su impacto ambiental, como peligrosos y no peligrosos.

La EMT recicló, regeneró o recuperó el 59% de sus residuos en 2012
El 91 por ciento de los residuos generados corresponden a cinco categorías: lodos, aceite, baterías, líquido refrigerante y aguas con hidrocarburos. Entre las 18 categorías restantes, destacan la sepiolita usada, filtros, disolventes, resinas, adhesivos, material eléctrico y electrónico, aerosoles o materiales absorbentes.

Gestionar este volumen y variedad de residuos no es tarea fácil. Sin embargo, la política medioambiental de la EMT comporta una decidida apuesta por la reducción en la producción de los residuos, la posible reutilización, el reciclaje, la regeneración o la recuperación de estos residuos (cuyo impacto ambiental, de no ser tratados adecuadamente, sería enorme) en aras de lograr la mayor eficiencia en materia energética, económica y de sostenibilidad. La EMT considera que una adecuada política en este sentido contribuye al ahorro de energía, a la mejor conservación del Medio Ambiente de nuestra ciudad y a notables ahorros económicos en esta partida.

La EMT recicló, regeneró o recuperó el 59% de sus residuos en 2012 De las 748 toneladas de residuos producidas, la EMT recicla el 59 % de modo que el impacto ambiental que producen es mucho menor que si fueran arrojados a un vertedero. Todos los desechos producidos se gestionan según la normativa vigente. Los métodos de recuperación empleados son los más avanzados en la actualidad. Una parte de los residuos es gestionada y minimizada directamente por la EMT; otra parte se entrega a empresas gestoras especializadas en el reciclaje y, una tercera, se elimina en vertederos controlados o depósitos de seguridad a través de gestores autorizados.

Dado que una parte importante del material reciclado se utiliza como materia prima para la fabricación de otros productos, la EMT obtiene ingresos complementarios por la gestión de los restos reciclados. Por ejemplo, los envases de tóner y cartuchos de tinta se vacían y se limpian para volver a contener tinta; el aceite usado se regenera para volver a obtener aceite de motor; el papel y el cartón permiten fabricar papel reciclado; de las baterías de plomo se recupera este material para obtener nuevo plomo para baterías; los envases GRG (gran recipiente a granel) se reutilizan una vez limpiados.

Hay otros residuos, como los fluorescentes, las pilas y los aparatos eléctricos y electrónicos, que son entregados por la EMT a determinadas empresas que se encargan de su reciclaje sin ningún coste para las arcas municipales. Los desechos que no pueden ser reciclados (absorbentes contaminados, filtros, refrigerante usado, lodos con hidrocarburos…) se depositan en vertederos de seguridad.

Por ejemplo, en 2012, la EMT regeneró 180.000 litros de aceite y aproximadamente 120.000 kilos de plomo de baterías.

Mediante la adecuada gestión de los residuos, la EMT ha logrado en 2012 obtener un balance positivo en este concepto, pues los ingresos por reciclaje han superado a los gastos de gestión de residuos.

No hay comentarios :

Publicar un comentario