viernes, 27 de febrero de 2015

En pruebas el pago a través del móvil con NFC del transporte público

En pruebas el pago a través del móvil con NFC del transporte público La Comunidad de Madrid ha iniciado las primeras pruebas para integrar la tarjeta transporte público en los dispositivos móviles, de tal manera, que en un futuro próximo, los usuarios puedan acceder a todos los modos de transporte de la región mediante su teléfono móvil. Además, la introducción de esta nueva tecnología, llamada NFC (Near Field Communication), permitirá también a los viajeros conocer el saldo de su tarjeta transporte público e incluso recargarla.

El consejero de Transportes, Infraestructuras y Vivienda, Pablo Cavero, comprobó la viabilidad y funcionamiento de esta nueva tecnología, que aplicada al transporte público madrileño supone todo un avance en comodidad y rapidez para el usuario ya que además, según explicó el consejero, se podrán integrar en el móvil todos los títulos de transporte que actualmente existen, desde el billete sencillo, al de diez viajes, o todos los abonos y acceder al transporte público de la manera que el usuario desee.

Para el desarrollo de este proyecto piloto, el Consorcio Regional de Transportes de Madrid ha firmado un convenio con la Empresa Municipal de Transportes de Madrid (EMT), Telefónica España, Gemalto SP y Samsung Móviles, uno de cuyos modelos ha sido el elegido para la realización de las pruebas. Para Cavero, esta alianza demuestra que nuestro I+D y la colaboración público-privada en el sector del transporte público continúan siendo un elemento de referencia, que sitúan a la Comunidad de Madrid como un ejemplo a seguir a nivel internacional.

Ocho meses de pruebas


Esta prueba piloto del pago por móvil en el transporte público tendrá una duración de ocho meses y en ella participan 50 personas que utilizarán durante este periodo de tiempo este novedoso sistema en sus móviles. El sistema consiste en incluir un emulador de la Tarjeta Transporte Público en la tarjeta SIM del teléfono, combinando la tecnología NFC (Near Field Communication) propia de los móviles, con el chip Desfire, característico de las citadas tarjetas de transporte.

Tras conocer los resultados, se evaluará la viabilidad del proyecto y se determinará su calendario de implantación, para incluir más operadores de transporte, más tipos de terminales móviles, distintos operadores de telefonía de telefonía, etc. Si el resultado de la experiencia es positivo, el proyecto podría avanzar rápidamente, ya que el sistema del transporte público, principalmente los tornos y sistemas de comunicación de los diferentes modos de transporte, ya están adaptados y no habría que crear infraestructuras nuevas en este sentido.

Innovación y evolución constante


El responsable autonómico recordó que en los últimos años el Gobierno regional ha introducido diferentes innovaciones tanto en la gestión del transporte como en los vehículos y en los sistemas de comunicación con los viajeros. Muchas de ellas relacionadas, como en este caso, con los dispositivos móviles, un elemento básico en la vida cotidiana de las personas.

En esta línea, los intercambiadores que gestiona el Consorcio Regional de Transportes de Madrid se han convertido en las primeras infraestructuras regionales incluidas en Google indoor, de tal forma que cualquier a través de su móvil o Tablet puede moverse por dentro de estas instalaciones para proyectar su viaje con más facilidad. También se han desarrollado aplicaciones para que cada usuario, con un Smartphone o Tablet, pueda consultar toda la información referente a su Tarjeta Transporte Público.

Un nuevo paso tecnológico

Experiencia piloto para pagar el bus EMT a través del móvil por NFC
Precisamente, esta nueva tecnología que ha presentado el consejero de Transportes, Infraestructuras y Vivienda supone seguir avanzando en el sistema de billetaje del Consorcio Regional de Transportes de Madrid, donde ya ha existido un cambio fundamental con la sustitución de la tecnología magnética por la tecnología sin contacto y la implantación de la Tarjeta Transporte Público, que se ha hecho progresivamente en esta legislatura para los abonos.

Entre los grandes avances que ha incorporado la Tarjeta Transporte Público destaca el que permite adaptar el periodo de validez a las necesidades de los propios usuarios. El nuevo soporte tiene una validez de 30 días naturales sin que tenga que coincidir como antes con el mes físico. Esto permite planificar mejor la compra y supone un importante ahorro económico para el usuario habitual del transporte público.

Además, la tecnología sin contacto ofrece muchas otras ventajas a los usuarios, como su tamaño red reducido, la rápida validación, y la posibilidad de consultar el saldo a través de Apps y recuperarlo en caso de extravío de la Tarjeta. Igualmente, permite cambiar el perfil del usuario (Joven, Normal o Tercera Edad) o la zona tarifaria del título, sin necesidad de cambiar la tarjeta, y se permiten todas las opciones de Abonos Interzonales, ajustando de esta forma mejor la compra del Abono a las necesidades de movilidad de los usuarios.

Apuesta por el I+D


Dentro de esta apuesta por las nuevas tecnologías, en las líneas de autobuses de larga distancia se están implantando cargadores de USB, las paradas nuevas incluyen señalización por voz indicando a las personas con problemas de visión el autobús que llega a la marquesina y todos los autobuses incluyen pantallas para personas con problemas de audición.

También son destacables los avances en materia de accesibilidad en los autobuses, puesto que el 100% son aptos para personas con movilidad reducida y se ha permitido la inclusión de sillas gemelares.

Por otro lado, se están empezando a probar los sistemas antifatiga del conductor, que generan alarmas y acciones en el vehículo si se detecta que la frecuencia del parpadeo del conductor es inadecuada, y que puede llegar incluso a facilitar que el vehículo se detenga, gracias a los mecanismos más avanzados en frenado, suspensión, estabilidad e iluminación.

En definitiva, I+D en todos los ámbitos del transporte público desarrollada por la propia Administración, con el mismo objetivo: una gestión eficaz y eficiente, en el que el beneficiado siempre sea el usuario.

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