miércoles, 26 de enero de 2011

Plácido Domingo, un coloso en el teatro del Mundo

Gallardón presenta el libro de Rubén Amón sobre el tenor

Plácido Domingo, un coloso en el teatro del Mundo
"Plácido Domingo, un coloso en el teatro del Mundo" es el título de la obra de Rubén Amón sobre uno de los tenores más conocidos y reconocidos del mundo. La obra la ha presentado hoy el alcalde de la Ciudad de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, junto con su autor y su protagonista, Amón y Domingo, respectivamente. Presentada en el Teatro de la Zarzuela, coincide con la celebración de los setenta años del tenor, sirve para conocerle mejor "y nos da la oportunidad de testimoniarle en nombre de toda la ciudad nuestro reconocimiento y gratitud", señaló el alcalde.

Un peligro acechaba la presentación: administrar los superlativos. "Todos parecen escasos -aseguró Ruiz-Gallardón- pero, por otro lado, hay que impedir que aquel que no le conozca bien, si es que queda alguien, pueda pensar que exageramos". El riesgo lo solventó con una afirmación: "De todas las personalidades que he tratado quizá es la de Plácido Domingo la única de la que con naturalidad puede decirse que es, como reza el título de la obra, un coloso". Todo en la vida del tenor responde al adjetivo de colosal: su obra, su vida, sus logros, su leyenda y, sin embargo, "esa dimensión casi sobrehumana no oculta al hombre cercano que no ha olvidado sus orígenes y permanece atento a sus semejantes. En la mitología clásica sería, técnicamente, un héroe: alguien mitad dios, mitad hombre, sin que acertemos a decir qué parte nos cautiva más".

La obra de Amón no es una biografía al uso, sino que traza el retrato de Domingo, apoyándose en una colección de anécdotas a partir de las cuales "nos va dando la medida de un titán". Se ha probado como barítono, acumula 134 papeles en su repertorio y más de 3.500 funciones, lleva dirigiendo 40 años, es gerente en las óperas de Los Ángeles y Washington "y se ha convertido en una suerte de cantante o de estrella global", dice el autor. Ese bagaje le ha convertido en "un caso asombroso de longevidad artística", señaló Ruiz-Gallardón, al tiempo que completaba el retrato de Plácido Domingo recordando que es "capaz por igual de decir no a Karajan y de apadrinar a jóvenes talentos que nadie conocía".

Plácido Domingo, un coloso en el teatro del Mundo

Raigambre madrileña


Para Ruiz-Gallardón, la raigambre madrileña explica por qué, en el cosmopolita y sofisticado ambiente que rodea la ópera, es posible encontrar "un gigante capaz de demostrar la cercanía y la sencillez de Plácido Domingo". Con su influencia, ha contribuido a la proyección operística de Madrid, mediante su apoyo a los teatros de la Zarzuela y Real, "teniendo la audacia -recordó el alcalde- de defender ante un público inglés la presencia en un programa de la música de Chapí junto a la de un Britten, en una labor de difusión de la zarzuela y la música española que siempre tiene en él a un leal colaborador como ocurrió con el rescate de la producción operística de Albéniz".

En ese recuerdo no podía faltar la referencia al concierto homenaje del pasado viernes, en el que Domingo cerró "una noche que conmovió a los cimientos mismos del Real" con una frase impresa ya en la memoria de los madrileños "soy madrileño porque Dios ha querido que yo lo sea".

Para finalizar el glosario de este "empresario, filántropo, director de dos óperas, organizador de Operalia, cantante y director de orquesta", Ruiz-Gallardón eligió las tres últimas palabras de la obra de Amón: "Nadie puede sustituirlo".

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