Metro de Madrid es uno de los principales líderes del proyecto europeo SECUREMETRO a través del que se han conseguido desarrollar materiales para la construcción de trenes más seguros ante una posible explosión o ataque terrorista. Este proyecto de I+D ha sido financiado por la Unión Europea y ha contado con la participación de varios socios internacionales, pero con una importante presencia española.
El consejero delegado de Metro de Madrid, Ignacio González Velayos, ha inaugurado, en La Fundación de los Ferrocarriles Españoles, la jornada para presentar las conclusiones de este proyecto, en la que ha destacado el empeño en aumentar la seguridad de los viajeros como una premisa constante de la compañía.
El proyecto ha analizado materiales, componentes y diseños de coches de metro y ferrocarril que pudieran minimizar los efectos de atentados terroristas con explosivos a bordo de los trenes. Bajo la coordinación de la Universidad de Newcastle y con la participación de once entidades internacionales, destaca la intervención española representada por Metro de Madrid, Tecnalia-Inas, Maxam-Expal, Sunsundegui y la Fundación de los Ferrocarriles Españoles.
Para las pruebas de los materiales que exigía el proyecto, que comenzó a fraguarse a principios de 2010, Metro de Madrid facilitó un coche fuera de servicio de la serie 5000 que fue trasladado a Buxton (Reino Unido) para realizar una explosión controlada, que fue grabada con cámaras de alta velocidad para obtener una mejor comprensión del desplazamiento de la onda expansiva. Se trató de la primera prueba de este tipo realizada a escala real en un proyecto europeo.
Los resultados se utilizaron para el diseño de un prototipo de vehículo realizado por Sunsundegui con mayor resistencia a explosiones, cuyas pruebas se llevaron en Burgos este pasado otoño. Este diseño incluye la inmovilización de componentes tales como paneles de techo con cable de retención, la aplicación de recubrimientos de plástico en las ventanas y la sustitución de estructuras más pesadas por otras más ligeras con mayor capacidad de absorción de la energía.
Uno de los criterios clave ha sido buscar soluciones y materiales que pudieran ser incorporadas en modelos de material móvil ya existente, de modo que han desarrollado tecnologías que pueden utilizarse tanto en los nuevos diseños de coches como en los ya existentes. Son materiales que absorben más fácilmente la onda expansiva, se deforman pero no se rompen, por lo que ante una explosión los daños pueden ser menores.
Las áreas de Ingeniería y Proyectos de I+D+i, Mantenimiento de Material Móvil o la Dirección de Seguridad y Protección Civil, han aportado al proyecto sus conocimientos sobre el material móvil y seguridad y han validado los resultados de las pruebas. Los resultados del proyecto, y de aplicación en la industria, son propuestas de bajo coste susceptibles de implementarse a medio plazo.
El consejero delegado de Metro de Madrid, Ignacio González Velayos, ha inaugurado, en La Fundación de los Ferrocarriles Españoles, la jornada para presentar las conclusiones de este proyecto, en la que ha destacado el empeño en aumentar la seguridad de los viajeros como una premisa constante de la compañía.
El proyecto ha analizado materiales, componentes y diseños de coches de metro y ferrocarril que pudieran minimizar los efectos de atentados terroristas con explosivos a bordo de los trenes. Bajo la coordinación de la Universidad de Newcastle y con la participación de once entidades internacionales, destaca la intervención española representada por Metro de Madrid, Tecnalia-Inas, Maxam-Expal, Sunsundegui y la Fundación de los Ferrocarriles Españoles.
Para las pruebas de los materiales que exigía el proyecto, que comenzó a fraguarse a principios de 2010, Metro de Madrid facilitó un coche fuera de servicio de la serie 5000 que fue trasladado a Buxton (Reino Unido) para realizar una explosión controlada, que fue grabada con cámaras de alta velocidad para obtener una mejor comprensión del desplazamiento de la onda expansiva. Se trató de la primera prueba de este tipo realizada a escala real en un proyecto europeo.
Los resultados se utilizaron para el diseño de un prototipo de vehículo realizado por Sunsundegui con mayor resistencia a explosiones, cuyas pruebas se llevaron en Burgos este pasado otoño. Este diseño incluye la inmovilización de componentes tales como paneles de techo con cable de retención, la aplicación de recubrimientos de plástico en las ventanas y la sustitución de estructuras más pesadas por otras más ligeras con mayor capacidad de absorción de la energía.
Uno de los criterios clave ha sido buscar soluciones y materiales que pudieran ser incorporadas en modelos de material móvil ya existente, de modo que han desarrollado tecnologías que pueden utilizarse tanto en los nuevos diseños de coches como en los ya existentes. Son materiales que absorben más fácilmente la onda expansiva, se deforman pero no se rompen, por lo que ante una explosión los daños pueden ser menores.
Las áreas de Ingeniería y Proyectos de I+D+i, Mantenimiento de Material Móvil o la Dirección de Seguridad y Protección Civil, han aportado al proyecto sus conocimientos sobre el material móvil y seguridad y han validado los resultados de las pruebas. Los resultados del proyecto, y de aplicación en la industria, son propuestas de bajo coste susceptibles de implementarse a medio plazo.
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