Eliminación de 5 tramos peligrosos de las carreteras de la zona Este

La Comunidad está desarrollando varias actuaciones encaminadas a la eliminación de cinco puntos negros en las carreteras que unen los municipios de Arganda del Rey, Campo Real, Pozuelo del Rey, Torres de la Alameda, Loeches, Tielmes o Valdilecha. El consejero de Transportes e Infraestructuras, José Ignacio Echeverría, visitó Campo Real donde, acompañado por los alcaldes de la zona, recorrió los tramos afectados.

"El conjunto de actuaciones que hoy visitamos y que afectan a las carreteras M-220, M-219, M-209 y M-822, suponen una inversión que supera los 4,6 millones de euros y beneficiarán a más de 75.000 madrileños", indicó Echeverría, añadiendo que no hay que olvidar los casi 3 millones que la Comunidad invirtió en la fase 2 de la variante de Campo Real inaugurada a finales de 2008.

La Consejería de Transportes e Infraestructuras ha eliminado uno de estos tramos de concentración de accidentes en la recién remodelada M-220 entre Campo Real y la A-3, y está a punto de finalizar las obras de la M-209, entre Arganda del Rey y Campo Real, donde se ha mejorado el trazado y se ha rehabilitado el firme para mejorar los niveles de seguridad en la zona.


Esta actuación, sobre la M-209, va desde el punto kilométrico 1 al final del punto kilométrico 2 y del punto kilométrico 3 al 4, y supone la supresión de dos puntos negros. Los otros dos tramos peligrosos a eliminar se sitúan en las intersecciones de la M-219 con la M-220, y de la M-822 con la M-220.

En ambos casos se trata de cruces muy peligrosos en los que se registra un alto índice de siniestralidad y donde se va a proceder a la sustitución de la actual intersección en X por una intersección en T que contará con carriles centrales de espera para giros a la izquierda y carriles de aceleración y desaceleración.

Asfalto de larga duración

El pasado diciembre, el Gobierno regional reabría al tráfico los casi 9 kilómetros de la M-220 que unen Campo Real con la carretera de Valencia (A-3), donde se ha empleado un novedoso sistema de asfaltado de larga duración y bajo mantenimiento.

Se trata de la utilización de una mezcla con alto contenido en betún y de mayor grosor que permite alargar la vida de la carretera de los 20 a los 30 años. La obra ha incluido la mejora del trazado de una curva peligrosa a través de una nueva variante. También se ha mejorado un tramo de 1,1 kilómetros en el acceso de Torres de la Alameda desde Campo Real en la M-220.