Las cuentas de 2010 descienden un 4,2% para responder a la crisis, sin menoscabar los servicios a los ciudadanos

El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón ha presentado las cifras del próximo ejercicio, diseñadas bajo una premisa:
minimizar el impacto de la crisis en la vida de los madrileños.
Los presupuestos municipales para 2010 registran
un descenso del 4,2%, como consecuencia de la fuerte caída de los ingresos originada por la crisis económica y por la reducción en cerca de 300 millones de euros de las transferencias del Estado. Al ser el segundo año consecutivo que las cuentas municipales se escriben a la baja,
el descenso acumulado desde 2008 es del 5,8%. Son 4.952 millones de euros de presupuesto consolidado, frente a los 5.170 de 2009.
Buen ejemplo de esa política es que
todas las áreas de Gobierno ven reducidas sus dotaciones, menos la de Familia y Servicios Sociales, y las partidas destinadas a los distritos (donde los planes especiales y de barrio se llevan 138 millones). En Familia y Servicios Sociales, tres bloques ven aumentados notoriamente sus fondos: la red básica de servicios sociales, un 21,18%; los programas de educación, el 14,44%, y los de mayores, 1,41%.
Otro ejemplo es la
renuncia del Gobierno municipal a actualizar los tributos al IPC, incrementando la política de beneficios fiscales (ascenderán a 167 millones de euros) para favorecer a las familias con rentas más bajas y a las empresas en dificultades o para potenciar la política medioambiental.
Se congelan los sueldos de cargos públicos, y se mantiene una subida salarial del 0,3% para los trabajadores municipales.
Incluso, dentro de las áreas que han visto reducidas sus asignaciones, registran un incremento las partidas que más directamente inciden en la calidad de vida de los ciudadanos. Por ejemplo, el deporte de base, donde las ayudas a los clubes modestos suben un 17,4%, mientras que en el caso de las escuelas deportivas, el incremento supera el 34%. La dinamización del comercio de proximidad con un aumento del 9% y el mantenimiento de las dotaciones de Madrid Salud o de la Empresa Municipal de Transportes (EMT) son otra buena muestra de esa política.