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sábado, 13 de junio de 2009

Ruta en bici a Miraflores de la Sierra (II)

Tramo 2: desde Manzanares el Real a Miraflores de la Sierra (y regreso a Colmenar Viejo)



(...la ruta la empezábamos en el artículo anterior)


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El tramo de la ruta que bordea el embalse de Santillana pensábamos realizarlo por el camino que discurre paralelo a la carretera, pero las lluvias de los últimos días lo habían convertido en un barrizal. Aunque no es muy recomendable porque hay bastante tráfico y circulan a gran velocidad, por una vez y sin que sirva de precedente, optamos por realizarlo por el arcén de la carretera. Cruzaremos las glorietas del Montañero, del Gato, y seguiremos por la M-608 unos 4 kilómetros hasta ver a la izquierda un desvío, hacia un camino de arena.

El camino que sube hacia la presa de Soto es una vía pecuaria muy bien conservada, a veces transitada por coches y furgonetas. Durante algo más de 3 km sube y sube hacia la Presa que abastece a Soto.


La última vez que cruzamos el arroyo llevaba bastante más agua. Recuerdo que un ciclista que nos cruzamos no se atrevía a pasarlo montado en la bici, y por si acaso lo cruzó a pie mojándose las zapatillas. En esta ocasión iba casi seco.


Una vez llegados al depósito, el camino gira a la derecha y empieza el descenso hacia Soto del Real. Las vistas de Soto, y el embalse de Santillana son impresionantes, incluso en días nublados. Al fondo, en el horizonte, la silueta de Madrid.


Unos metros más adelante dejaremos el camino para girar a la izquierda y seguir subiendo hacia la parte alta del depósito. Por el camino veremos una bifurcación marcada en una piedra con dos flechas rojas señañando a izquierda y derecha. Nosotros cogeremos la de la derecha. Dejamos a nuestra izquierda la Hoya de San Blas (una ruta que seguro realizaremos en breve), y seguimos subiendo y subiendo hacia Miraflores de la Sierra.


Un pequeño tramo de pista de hormigón en bajada, y continuamos subiendo y subiendo. A nuestra izquierda empezamos a ver Miraflores entre los árboles, y si volvemos la vista atrás, podremos contemplar abajo Soto y el embalse de Santillana, y algo más a la izquierda el Cerro de San Pedro (una ruta muy recomendable, por cierto).


Hemos dejado a nuestra izquierda el desvío al Puerto de la Morcuera (otra ruta, también muy recomendable que tenemos en nuestra agenda para realizar en breve), y nos adentramos en el Robledal de la Dehesa.


Esta zona, ya en bajada, discurre por un impresionante robledal en el se agradece la sombra, y al llegar al final, también el agua fresca de la fuente, una de las pocas que encontraremos en el camino.

Una vez cruzado el puente entramos por la M-611 en el pueblo de Miraflores de la Sierra. Merece la pena una parada en la Plaza a tomar una cervecita frente al ayuntamiento. Mi cuentakilómetros marcaba 33,0 pero todavía nos faltaba volver a Colmenar Viejo.

Para volver a Soto del Real, hay muchos ciclistas que bajan por la carretera M-611, una carretera con muchas curvas y mucho tráfico. Nosotros optamos por volver por los caminos de tierra que discurren paralelos a ella, con grandes bajadas y subidas para acabar de machacarnos.


Para comer en Soto, después de 42 km de ruta, nada mejor que el bar Chozas, muy recomendable. No es muy caro: caña un euro, tapa un euro, costillar 13 euros...


Después de pasar por el puente medieval, y con el estómago lleno, sólo quedan los últimos 13 kilómetros de regreso a Colmenar Viejo por el carril bici. Un paseo.



Una ruta divertida con muchas subidas, con un recorrido de unos 55 kilómetros, que alterna caminos tranquilos con tramos más trialeros. La vuelta a casa la hicimos en el Cercanías, pero para los que tengan más fuerza, sólo tienen que recordar lo que nos dice siempre Martingala: "hasta Madrid, por el carril bici, sólo es dejarse caer..."

Ruta en bici a Miraflores de la Sierra (I)

Tramo 1: desde Colmenar Viejo a Manzanares el Real


Aunque el pasado fin de semana se presentaba lluvioso, no nos impidió realizar una ruta en bici por la Sierra madrileña que nos gustaría compartir con vosotros: Ruta de Colmenar Viejo a Miraflores de la Sierra (pasando por Manzanares el Real y Soto del Real).


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Como ya os hemos contado otras veces, nos gusta utilizar el Cercanías para "acercarnos" a nuestras rutas ciclistas por los alrededores de Madrid. En esta ocasión, la estación elegida para empezar nuestra ruta era la de Colmenar Viejo.


La estación de tren se encuentra al sur de Colmenar, en la parte más baja, por lo que siempre empezaremos "cuesta arriba". Nuestras primeras pedaladas nos llevarían a rodear el municipio por el oeste recorriendo la Cañada de Guadalix, hasta desviarnos en por el Camino bajo de Cerceda. A partir de este punto (km 3.7), y hasta Manzanares el Real será fácil seguir la ruta, porque coincide con el trazado de la Senda Real GR-124 (marcado con línea blanca y línea roja) y el Camino de Santiago (marcado con flechas amarillas).


El Camino bajo de Cerceda nos llevará hasta el Puente del Batán en un diverido recorrido de 4 km por una zona técnica, muy trialera, con piedras, subidas, bajadas, incluso vadeando un pequeño arroyo, que en esta ocasión llevaba muy poca agua.


Ya habíamos realizado este tramo en varias ocasiones, y aunque todavía no logramos hacerlo sin poner pie a tierra en algún punto, cada vez nos parece más divertido. Sobre todo cuando todavía las piernas están "frescas".


En el Puente del Batán, una primera parada para descansar de la trialera, y prepararnos para los próximos 5 kilómetros de ruta, que serán en continua subida.


El camino es una vía pecuaria ancha, en subida, y no tiene pérdida. Cuando mi cuentakilómetros marca 12.5 km, cogemos el desvío a la derecha que nos llevará por el Alto del Enebrillo hacia Manzanares el Real.

Una vez cruzado el alto, y cuando el camino empieza a descender aparece una bifurcación. En otras ocasiones habíamos cogido la de la izquierda, un rápido camino que baja hacia el embalse de Santillana, pero en esta ocasión optamos por seguir el de la derecha, una rápida trialera con muchas piedras sueltas y unas estupendas vistas sobre el embalse.


En el último tramo del descenso volvemos a entrar en la rápida vía pecuaria que nos llevará al embalse de Santillana, y cruzando el puente, hasta Manzanares el Real.


Aunque el día estaba muy nublado, y amenazaba lluvia, el embalse merecía una parada para hacer una foto. Al fondo, el inconfundible Cerro de San Pedro.

Si tuviésemos más tiempo pasaríamos a ver el Castillo de Manzanares el Real, pero mejor lo dejaremos para otra ocasión, que mi cuentakilómetros sólo marca 16 km, y nos queda mucho camino por delante.



(...sigue la ruta en el próximo artículo)

domingo, 17 de mayo de 2009

II Vuelta nocturna al Anillo Verde Ciclista de Madrid, un éxito

Ayer, sábado 16 de mayo, más de un centenar de ciclistas (cerca de 200) nos reunimos a las 22.00 horas en la estación de Metro de Aluche, para recorrer en grupo el Anillo Verde Ciclista durante la noche.

Se trataba de la 2ª edición de la Vuelta Nocturna al Anillo Verde Ciclista, un evento lúdico de amigos de la bicicleta, pensado para disfrutar de la tranquilidad de un Madrid nocturno, a lo largo de los alrededores de toda la ciudad, en una temporada en que la temperatura permite disfrutar de la noche, haciendo deporte en compañía.

Para llegar hasta Aluche la mejor combinación era el metro, aunque cuando llegamos a la estación, a las 10:30, ya estaba saliendo el grupo hacia la Casa de Campo. Los organizadores habían dividido el Anillo en tramos, y preparado paradas cada 15 kilómetros para poder descansar y reagrupar a todos los componentes del grupo.

El primer tramo, uno de los más divertidos, discurría por la Casa de Campo en total oscuridad. Por suerte, la mayoría íbamos bien preparados con varias luces. A la luz de la bici yo le añadí con cinta aislante una linterna de leds muy potente, y la oscuridad no fue ningún obstáculo. La seguridad de ir acompañado por más de cien ciclistas es importante para cruzar la Casa de Campo a estas horas, porque quizás en solitario sea algo más que una aventura.

Precisamente ahí radica el principal atractivo de la Vuelta Nocturna: permite conocer y disfrutar de todo el recorrido con la seguridad que confiere moverse en grupo, y al mismo tiempo, lo divertido que resulta participar en una salida numerosa en bicicleta.

Antes de llegar al Lago conseguí colocarme en cabeza, y allí me mantuve tirando del grupo hasta la primera parada en el Puente de San Fernando, sobre el río Manzanares. Muy curiosa, por cierto, la sensación de volver la vista en la oscuridad y ver cientos de luces que te siguen.


En el primer descanso, de algo más de 15 minutos se fueron juntando los que se habían quedado rezagados por pinchazos y averías varias (hasta un pedal se le rompió a alguno).

El segundo tramo era el más duro de la Vuelta al Anillo. Si el primero era continua bajada, ahora tocaba subida tras subida hasta la siguiente parada en Las Tablas, en el kilómetro 0 del Anillo.

La primera subida, en la calle de Arroyofresno ya dejó a mucha gente atrás, pero más dura fue la del muro de Montecarmelo, que de verdad empezó a marcar diferencias. Al menos una docena de compañeros me fueron adelantando en esa zona, y cuando llegué a la parada de Las Tablas, los primeros me habían sacado un par de minutos… aunque no podía quejarme porque durante más de 15 minutos siguieron llegando ciclistas rezagados.

Carlos, uno de los organizadores, de 3ike, se quedó atrás con los que no habían llegado a Las Tablas todavía, y que iban acumulando más retraso en cada parada, y es que como me comentaba Jason, otro de los organizadores, a la Vuelta Nocturna acudían ciclistas experimentados que suelen hacer el Anillo casi todos los fines de semana en poco más de tres horas, y otros ciclistas que nunca habían hecho el Anillo completo y esta era su primera vez. Las diferencias se notaban desde la primera cuesta.


Después de descansar, beber agua (una de las pocas áreas de descanso con fuente en funcionamiento), y comer algo, el grupo emprendió la marcha hacia la tercera parada, pasada la Peineta.

El tramo de Sanchinarro lo hicimos por la calzada, porque los continuos cruces y semáforos nos cortaban el ritmo. Luego hasta el Juan Carlos I, una zona tranquila con algunas cuestas y bastantes bajadas para descansar.

El tramo antes de llegar a la Peineta, circulando por la calzada es peligroso de día, y también de noche. Por suerte, al ir en grupo nos sentíamos más seguros. A ver si de una vez acaban las obras en esta zona y pueden hacer el carril separado de la calzada.

Tercera parada, pasada La Peineta, al volver a entrar al Anillo. Aquí ya hay gente muy tocada y se va acumulando retraso con los rezagados. Algunos se desvían hacia el centro de Madrid, aunque todavía seguimos más de cien ciclistas en el grupo.

El siguiente tramo, con bastantes bajadas, y sólo una subida antes de cruzar la A-3 nos llevaría hasta Entrevías. La larguísima bajada junto al parque lineal de Palomeras, en Vallecas, me permitió volver a ponerme en cabeza, pasando en todo el tramo a más de 50 km/h. La velocidad y el aire fresco de la noche despertaban a cualquiera.

Antres de cruzar bajo el puente, en Entrevías, parada de reagrupamiento, porque los de Telemadrid estaban esperándonos al otro lado para filmarnos. Las tres de la mañana, ¡qué horas para estar trabajando los reporteros!


Desde allí, y después de saludar a cámara, subida por la avenida de Entrevías (dejamos el anillo, porque el Parque Lineal del Manzanares está cerrado por la noche) hasta Méndez Álvaro.

En este punto el grupo seguía a través del parque de Tierno Galván hacia Legazpi para volver al Anillo y seguir hacia el punto de origen en Aluche.

Nosotros seguimos recto por Méndez Álvaro hacia Atocha para volver a nuestra casa, a la que llegamos sobre las 4:00 de la mañana.


En definitiva, un divertido paseo nocturno en bici, y todo un éxito de organización y participación.

Dar las gracias a los organizadores, Jason, Carlos, los chicos de las reclinadas, y un saludo para todos los ciclistas que conocimos y nos acompañaros en la Vuelta al Anillo.

sábado, 16 de mayo de 2009

Ruta en bici de Cercedilla al puerto de la Fuenfría

Hay una ruta que todo ciclista madrileño debe hacer al menos una vez al año, preferiblemente en verano: la subida el puerto de la Fuenfría. Es una ruta muy sencilla, de tan solo 13 kilómetros sólo de subida (más otros 13 de vuelta a Cercedilla) que puede hacerse en poco más de dos horas volviendo a comer a Madrid.


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Para llegar hasta Cercedilla, la mejor opción es el Cercanías (C8B), con un viaje de alrededor de una hora, dependiendo de nuestra estación de partida. Como nos gusta madrugar, a las 8:57 llegaba nuestro tren a Cercedilla.


Al salir de la Estación de Cercedilla, no hay pérdida, hay que coger la carretera de las Dehesas, que sale frente a la Estación.

En nuestra última ruta en bici, de Las Rozas a Tres Cantos, tuve problemas con la cadena, rompiéndola en tres ocasiones y sin herramientas para arreglarla. Prometí entonces comprar un tronchacadenas, y unos eslabones, pero por desgracia no lo hice. Nada más empezar a subir la primera cuesta, frente a la Estación, la cadena volvió a romperse y me dejó tirado. Por suerte en unos pocos minutos un ciclista que pasaba por allí sí que lo llevaba, y me colocó la cadena en su sitio con un eslabón nuevo. Todo arreglado... y además esta vez aguantó hasta el final.

Los primeros 4 km de nuestra ruta los haremos por carretera, compartiendo la vía con los coches y autobuses que suben a las Dehesas, aunque si es temprano no suele haber mucho tráfico. Hay otra opción para los más vagos, que es llegar en coche hasta las Dehesas de Cercedilla y salir desde allí directamente.

Centro de Educación Ambiental del Valle de la Fuenfría


Como puede verse en la foto anterior, en el km 2,3 de nuestra ruta, al pasar el Centro de Educación Ambiental, y entrando en las Dehesas, aparecerá un cruce. La vía que sigue por la derecha es la ruta de ida, y la que dejamos a la izquierda es la de vuelta (si no te importa ir en contra de la circulación rodada, puedes coger la de la izquierda para ahorrarte unos metros)


En el km 3,9 de nuestra ruta, la carretera gira 90 grados a la izquierda. Si seguimos de frente llegaríamos a la calzada romana, aunque es un camino muy poco ciclable.

Un poco más arriba, en el km 4,1 de nuestra ruta, dejamos la carretera para girar a la derecha tomando la pista forestal, también conocida como Carretera de la República. Por esta pista recorreremos 9 kilómetros más hasta el puerto.


Esta ruta no posee ningún tipo de señalización, aunque no tiene pérdida y se puede recorrer en bicicleta sin problema. Atravesaremos la pradera de Los Corralillos, los miradores de los Poetas, el reloj de Cela, la pradera de Navarrulaque, el mirador de la Reina, para acabar en el puerto de la Fuenfría. Seguro que encontramos muchos ciclistas y paseantes por el camino.


Esta carretera comenzó a construirse en 1930, bajo la dictadura de Primo de Rivera, buscando unir el pueblo madrileño de Cercedilla con el segoviano de Valsaín, atravesando el puerto de la Fuenfría. En la Segunda República las obras se detuvieron por la oposición de grupos ecologistas, y lo que iba a ser una carretera que atravesaría la sierra se quedó en una pista forestal sin asfaltar.


El firme es muy regular y la pendiente es constante y suave, por lo que la convierte en uno de los pocos caminos que permiten a los ciclistas cruzar fácilmente la sierra madrileña hacia Segovia. Las vistas hacia el valle son excepcionales, desde los miradores de Vicente Aleixandre y Luis Rosales, y especialmente desde el Mirador de la Reina, llegando al puerto.


Aunque una barrera cierra el tráfico a los coches, esta pista, como todas las pistas forestales del Valle de la Fuenfría es utilizada para la gestión del monte y usos tradicionales, circulando en algún momento vehículos. Además debemos compartir el uso con caminantes, teniendo éstos prioridad en todo momento. Hay que tener mucho cuidado con la velocidad, sobre todo en la bajada de regreso a Cercedilla.


Desde el mirador de la Reina, las vistas del valle de la Fuenfría son impresionantes:


Unos metros más arriba llegamos al Puerto de la Fuenfría, un buen lugar para tomarnos un descanso y proseguir con nuestra ruta.


Desde allí tenemos tres opciones para elegir: a la derecha sale el camino Schmidt hacia Navacerrada (sólo para senderistas, con tramos poco ciclables), de frente el camino a Valsaín y Segovia, y a la izquierda el camino al collado del Rey.

Camino Schmidt hacia Navacerrada

Camino a Valsaín y Segovia

En esta ocasión optamos por volver a Cercedilla, 13 kilómetros de rapidísima bajada hasta la estación de Cercedilla (según el cuentakilómetros sobrepasando los 60 km/h en muchos tramos).

En breve volveremos a subir al puerto de la Fuenfría, con MiguelS y Martingala, si se apuntan, pero en esta ocasión bajando hasta Segovia. Os lo contaremos con detalle desde estas páginas.