Los trabajos, que contarán con un plazo de ejecución de doce meses, incluyen la restauración de las esculturas con forma de quimeras que coronan el hastial de la cortina vidriada de la fachada, el saneamiento y la restauración del resto de ornamentos existentes, y la limpieza, conservación y mantenimiento en general de la cortina vidriada.
Asimismo, se contempla la rehabilitación, conservación y consolidación de las fachadas y cubiertas de los torreones o pabellones laterales ubicados en la fachada principal de la estación.
Los trabajos de rehabilitación tendrán en cuenta la especial relevancia histórica y artística de este conjunto arquitectónico, declarado Bien de Interés Cultural (BIC) en 1995. Además, la estación ferroviaria de Madrid-Puerta de Atocha pertenece al Conjunto Histórico de la Villa de Madrid y se encuentra incluido en el catálogo general de edificios protegidos del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de la capital con el máximo grado de protección.
El objetivo de esta actuación no es solo conservar, consolidar y restaurar los distintos elementos constructivos, también se pretende mejorar su conocimiento y lograr su puesta en valor.
La metodología de trabajo a seguir parte tanto de la situación actual como de un análisis de la documentación histórica existente. Se pretende así realizar una conservación integrada, basada en utilizar preferentemente materiales y técnicas tradicionales para la restauración y consolidación de los elementos constructivos de la edificación.
Materiales y técnicas tradicionales
Así, los materiales a emplear se ajustarán a los que presenta el edificio o a los que presentaba antes de intervenciones anteriores, ya que Puerta de Atocha experimentó una profunda remodelación con motivo de la puesta en servicio de la primera línea de alta velocidad española, Madrid-Sevilla. Cuando sea necesaria su sustitución se reemplazarán por materiales de iguales características, cualidades, color, forma y aspecto.
De esta forma, se prevé mantener las actuales carpinterías metálicas de los huecos de la planta baja de color rojo, colocadas en la rehabilitación de principios de los 90 del siglo pasado, mientras que en la primera planta se instalarán carpinterías de madera.
Por lo que respecta a la cortina vidriada, se hace necesario proceder al desmontaje completo del acristalamiento y asegurar de nuevo su fijación con nuevos sellados elastómeros (de materiales naturales o artificiales que presentan gran elasticidad). Además, se recolocará el enlosado flotante existente en la terraza de la fachada principal de grandes baldosas de granito.
Por otra parte, el proyecto prevé introducir elementos originales no existentes en la actualidad, como las contraventanas mallorquinas de carpinterías de la primera planta, las carpinterías de madera de huecos en la misma planta en la fachada nordeste que da a la terraza y la banda decorativa de elementos de fundición de hierro que falta en la zona inferior del arco-cercha.
En la intervención sobre elementos estructurales, e incluso en la posible sustitución de alguno de ellos, se utilizarán materiales, sistemas y soluciones constructivas similares a los originales en cuanto a su función. Así, se emplearán materiales cuya función estructural sea igual a la original, de forma que su introducción no altere su funcionamiento.
Por último, no se alterarán los acabados que caracterizan y particularizan el edificio, y las texturas, técnicas y colores de los acabados exteriores serán los originales del edificio.
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