La vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís, y la delegada de Obras y Equipamientos, Paloma García Romero, han visitado los trabajos de desmontaje del puente de Joaquín Costa-Francisco Silvela. Estos se pusieron en marcha la última semana de julio con carácter de urgencia tras constatarse que la estructura presentaba un nivel de riesgo de colapso inaceptable para usuarios y vecinos.
Tras garantizar la seguridad de la zona y establecer un plan alternativo de movilidad, la siguiente prioridad del Ayuntamiento ha sido habilitar lo antes posible un paso peatonal transversal bajo el viaducto en el tramo comprendido entre las calles López de Hoyos y Príncipe de Vergara. Este paso, que está operativo a la altura del número 112 de Francisco Silvela, dará permeabilidad a la zona, ya que hasta ahora la distancia entre los dos pasos de peatones habilitados en los dos extremos de la ocupación de las obras era de 650 metros. Esa distancia queda ahora reducida a la mitad.
El paso consiste en dos ‘calles’ de 1,5 metros de ancho mínimo, cada una de las cuales está ideada para dar servicio a un sentido y permitir así la distancia de seguridad que la actual situación sanitaria exige. Asimismo, el itinerario está debidamente pavimentado, señalizado e iluminado y cumple con toda la normativa vigente en materia de accesibilidad. Además, el paso cuenta con un techado de madera y es completamente independiente de la zona de obra.
De forma paralela a la puesta en marcha de este paso peatonal, continúan las labores de cimbrado de todo el viaducto, consistentes en dotarlo de una estructura auxiliar que soporte provisionalmente su peso. Antes de finalizar la totalidad del cimbrado, la semana que viene está previsto iniciar el desmontaje y demolición del primer tramo del ramal de Príncipe de Vergara, lo que permitirá habilitar un nuevo paso para peatones que dé continuidad al itinerario peatonal de la calle Francisco Silvela sin necesidad de rodear la ocupación de Príncipe de Vergara. Se estima que este paso estará listo a finales de agosto o principios de septiembre, una vez retirada la estructura de los primeros tramos de ese ramal. Tras acabar el desmontaje del ramal, se iniciará la demolición del nudo situado sobre Príncipe de Vergara.
La estructura del viaducto se irá cortando mediante técnicas de serrado con disco o hilo de diamante en piezas que puedan ser transportadas en camiones fuera de la obra hasta el correspondiente centro de gestión y reciclaje de residuos. Los trabajos de serrado se realizarán durante el día, mientras que los de carga y transporte se tendrán que realizar por la noche debido al gran tamaño de los vehículos de transporte. Dada la necesidad de finalizar la demolición lo antes posible, está previsto que los trabajos se lleven a cabo de lunes a sábado.
El pasado 10 de julio el Ayuntamiento de Madrid recibió un informe técnico de análisis de la situación estructural de este puente en el que se concluía que la estructura ha entrado en una franja de riesgo inaceptable y se señalaba su demolición como único escenario posible compatible con la seguridad del viaducto y de los usuarios.
Ante la gravedad de estas conclusiones y el riesgo de colapso de la estructura, las áreas de Obras y Equipamientos y de Medio Ambiente y Movilidad, junto a la Policía Municipal y la Empresa Municipal de Transportes procedieron de manera inmediata al vallado perimetral de la huella del viaducto y al corte del tráfico de vehículos y peatones sobre y bajo la estructura con objeto de evitar cualquier peligro. También desde ese mismo día se procedió a señalizar las obras y los desvíos alternativos tanto en las inmediaciones del ámbito como en zonas más alejadas.
En total, las labores de desmontaje de la estructura tienen una duración estimada de cuatro meses, por lo que estarán finalizadas en noviembre y el presupuesto asciende a 9,3 millones de euros.
Tras garantizar la seguridad de la zona y establecer un plan alternativo de movilidad, la siguiente prioridad del Ayuntamiento ha sido habilitar lo antes posible un paso peatonal transversal bajo el viaducto en el tramo comprendido entre las calles López de Hoyos y Príncipe de Vergara. Este paso, que está operativo a la altura del número 112 de Francisco Silvela, dará permeabilidad a la zona, ya que hasta ahora la distancia entre los dos pasos de peatones habilitados en los dos extremos de la ocupación de las obras era de 650 metros. Esa distancia queda ahora reducida a la mitad.
El paso consiste en dos ‘calles’ de 1,5 metros de ancho mínimo, cada una de las cuales está ideada para dar servicio a un sentido y permitir así la distancia de seguridad que la actual situación sanitaria exige. Asimismo, el itinerario está debidamente pavimentado, señalizado e iluminado y cumple con toda la normativa vigente en materia de accesibilidad. Además, el paso cuenta con un techado de madera y es completamente independiente de la zona de obra.
Segundo paso peatonal a finales de mes
De forma paralela a la puesta en marcha de este paso peatonal, continúan las labores de cimbrado de todo el viaducto, consistentes en dotarlo de una estructura auxiliar que soporte provisionalmente su peso. Antes de finalizar la totalidad del cimbrado, la semana que viene está previsto iniciar el desmontaje y demolición del primer tramo del ramal de Príncipe de Vergara, lo que permitirá habilitar un nuevo paso para peatones que dé continuidad al itinerario peatonal de la calle Francisco Silvela sin necesidad de rodear la ocupación de Príncipe de Vergara. Se estima que este paso estará listo a finales de agosto o principios de septiembre, una vez retirada la estructura de los primeros tramos de ese ramal. Tras acabar el desmontaje del ramal, se iniciará la demolición del nudo situado sobre Príncipe de Vergara.
La estructura del viaducto se irá cortando mediante técnicas de serrado con disco o hilo de diamante en piezas que puedan ser transportadas en camiones fuera de la obra hasta el correspondiente centro de gestión y reciclaje de residuos. Los trabajos de serrado se realizarán durante el día, mientras que los de carga y transporte se tendrán que realizar por la noche debido al gran tamaño de los vehículos de transporte. Dada la necesidad de finalizar la demolición lo antes posible, está previsto que los trabajos se lleven a cabo de lunes a sábado.
Respuesta inmediata del Ayuntamiento
El pasado 10 de julio el Ayuntamiento de Madrid recibió un informe técnico de análisis de la situación estructural de este puente en el que se concluía que la estructura ha entrado en una franja de riesgo inaceptable y se señalaba su demolición como único escenario posible compatible con la seguridad del viaducto y de los usuarios.
Ante la gravedad de estas conclusiones y el riesgo de colapso de la estructura, las áreas de Obras y Equipamientos y de Medio Ambiente y Movilidad, junto a la Policía Municipal y la Empresa Municipal de Transportes procedieron de manera inmediata al vallado perimetral de la huella del viaducto y al corte del tráfico de vehículos y peatones sobre y bajo la estructura con objeto de evitar cualquier peligro. También desde ese mismo día se procedió a señalizar las obras y los desvíos alternativos tanto en las inmediaciones del ámbito como en zonas más alejadas.
En total, las labores de desmontaje de la estructura tienen una duración estimada de cuatro meses, por lo que estarán finalizadas en noviembre y el presupuesto asciende a 9,3 millones de euros.
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