El mantenimiento en un monumento de esta complejidad es fundamental para garantizar su buen funcionamiento a lo largo del tiempo.
El fuste del Obelisco llevará en su interior una escalera vertical que permitirá a un operario de mantenimiento subir hasta la cúpula. Tendrá plataformas intermedias, pero no será tarea fácil ¡son 93 metros!
Una vez en la parte superior, la "tapa" del obelisco, que será una elipse inclinada de diámetros 8,0 y 3,0 metros, realizada en bronce, se abrirá para permitir la salida al exterior. Una góndola de limpieza y mantenimiento permitirá al valiente operario salir al exterior a realizar su trabajo.
Podéis ver todo el proceso en estos gráficos:
pincha en la imagen para ampliarla
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