La Junta de Gobierno, presidida por la alcaldesa, Ana Botella, ha aprobado hoy un importe de 900.000 euros destinados a la prórroga del programa de alojamientos alternativos de carácter preventivo e integrador para personas en situación de vulnerabilidad y riesgo de exclusión social.
El Programa cuenta con un total de 107 plazas: 57 plazas en 14 pisos con capacidad entre 2 y 4 plazas cada alojamiento, de las que 52 plazas tienen una función preventiva y 5 son plazas de emergencia. Se añaden, además, 50 plazas en pensiones para apoyar el proceso de autonomía y recuperación personal, con apoyo existencial. La prórroga del contrato es de un año en el período comprendido entre el 1 de mayo de 2013 y el 30 de abril de 2014.
Va dirigido a personas con edades comprendidas entre 18 y 65 años con el siguiente perfil: carecen de recursos económicos suficientes para acceder y mantener una vivienda, y contar con ingresos económicos suficientes para cubrir las necesidades básicas de alimentación y transporte; sin apoyo social y familiar; son personas autónomas para la realización de las actividades de la vida diaria que tienen la voluntad de compartir vivienda con otras personas en situación similar a la suya y con una actitud que permita dicha convivencia. Además, tienen el compromiso de realizar un itinerario personalizado de inserción en un plazo determinado que, en principio, se estipula en un máximo de 6 meses, pudiéndose prorrogar, según la valoración técnica, por otros 6 meses.
Esta iniciativa forma parte del Plan de Inclusión Social de la Ciudad de Madrid, puesto en marcha en diciembre de 2009, cuyo objetivo es reforzar las políticas municipales y poner en marcha acciones dirigidas a prevenir y paliar, el fenómeno de la exclusión social según las recomendaciones establecidas en la Estrategia Europea 2020.
El número de personas atendidas durante 2012 ha sido de 194, contabilizándose 1.137 estancias, con un promedio de ocupación del 78%. La mayoría son varones, un 69%, en el tramo de edad entre 51 a 55 años. El 21% de los destinatarios presenta algún problema de salud mental.
El Programa dispone de los profesionales necesarios para desarrollar los procesos de acompañamiento e intervención social: 1 Trabajador Social con funciones de coordinación, 1 Trabajador Social más y 8 Educadores Sociales, que realizan un seguimiento sistemático y cotidiano de las personas alojadas.
El programa de alojamientos alternativos cuenta con tres subprogramas: preventivo, desinstitucionalización y de emergencias.
El preventivo va dirigido a prevenir la consolidación de procesos de exclusión social con pérdida de alojamiento, a través del acompañamiento social vinculado a un recurso residencial. Se pretende mejorar las competencias personales y sociales a través de itinerarios socio-residenciales individuales, la información, la formación, la promoción de la convivencia y la mejora de las redes sociales, para prevenir futuros riesgos de vulnerabilidad o exclusión social.
La desinstitucionalización tiene como objetivo evitar la cronificación de estas personas en la red municipal a través de un recurso residencial más independiente, con acompañamiento social que favorezca su proceso de autonomía y recuperación personal.
El tercer subprograma está destinado a atender situaciones de emergencia social en que las personas pierden su alojamiento de forma temporal o definitiva. Los casos vienen derivados del Samur Social que realiza un acompañamiento complementario y cubre necesidades básicas surgidas como consecuencia de la situación de emergencia.
La intervención social se desarrolla con una metodología flexible, adaptada a las necesidades individuales, a las capacidades, las competencias, y a los diferentes ritmos en los procesos de mejora, de cada una de las personas atendidas en los subprogramas. Las actuaciones se realizan en coordinación con los profesionales de referencia del Samur Social, de los servicios sociales de atención primaria y de los centros de atención de la red municipal de atención a personas sin hogar.
El Programa cuenta con un total de 107 plazas: 57 plazas en 14 pisos con capacidad entre 2 y 4 plazas cada alojamiento, de las que 52 plazas tienen una función preventiva y 5 son plazas de emergencia. Se añaden, además, 50 plazas en pensiones para apoyar el proceso de autonomía y recuperación personal, con apoyo existencial. La prórroga del contrato es de un año en el período comprendido entre el 1 de mayo de 2013 y el 30 de abril de 2014.
Va dirigido a personas con edades comprendidas entre 18 y 65 años con el siguiente perfil: carecen de recursos económicos suficientes para acceder y mantener una vivienda, y contar con ingresos económicos suficientes para cubrir las necesidades básicas de alimentación y transporte; sin apoyo social y familiar; son personas autónomas para la realización de las actividades de la vida diaria que tienen la voluntad de compartir vivienda con otras personas en situación similar a la suya y con una actitud que permita dicha convivencia. Además, tienen el compromiso de realizar un itinerario personalizado de inserción en un plazo determinado que, en principio, se estipula en un máximo de 6 meses, pudiéndose prorrogar, según la valoración técnica, por otros 6 meses.
Esta iniciativa forma parte del Plan de Inclusión Social de la Ciudad de Madrid, puesto en marcha en diciembre de 2009, cuyo objetivo es reforzar las políticas municipales y poner en marcha acciones dirigidas a prevenir y paliar, el fenómeno de la exclusión social según las recomendaciones establecidas en la Estrategia Europea 2020.
Casi 200 personas atendidas
El número de personas atendidas durante 2012 ha sido de 194, contabilizándose 1.137 estancias, con un promedio de ocupación del 78%. La mayoría son varones, un 69%, en el tramo de edad entre 51 a 55 años. El 21% de los destinatarios presenta algún problema de salud mental.
El Programa dispone de los profesionales necesarios para desarrollar los procesos de acompañamiento e intervención social: 1 Trabajador Social con funciones de coordinación, 1 Trabajador Social más y 8 Educadores Sociales, que realizan un seguimiento sistemático y cotidiano de las personas alojadas.
Estructura
El programa de alojamientos alternativos cuenta con tres subprogramas: preventivo, desinstitucionalización y de emergencias.
El preventivo va dirigido a prevenir la consolidación de procesos de exclusión social con pérdida de alojamiento, a través del acompañamiento social vinculado a un recurso residencial. Se pretende mejorar las competencias personales y sociales a través de itinerarios socio-residenciales individuales, la información, la formación, la promoción de la convivencia y la mejora de las redes sociales, para prevenir futuros riesgos de vulnerabilidad o exclusión social.
La desinstitucionalización tiene como objetivo evitar la cronificación de estas personas en la red municipal a través de un recurso residencial más independiente, con acompañamiento social que favorezca su proceso de autonomía y recuperación personal.
El tercer subprograma está destinado a atender situaciones de emergencia social en que las personas pierden su alojamiento de forma temporal o definitiva. Los casos vienen derivados del Samur Social que realiza un acompañamiento complementario y cubre necesidades básicas surgidas como consecuencia de la situación de emergencia.
La intervención social se desarrolla con una metodología flexible, adaptada a las necesidades individuales, a las capacidades, las competencias, y a los diferentes ritmos en los procesos de mejora, de cada una de las personas atendidas en los subprogramas. Las actuaciones se realizan en coordinación con los profesionales de referencia del Samur Social, de los servicios sociales de atención primaria y de los centros de atención de la red municipal de atención a personas sin hogar.
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