M. Arrizabalaga para abc.es
El paso del tiempo seguirá horadando la cancha y los palcos de estilo mudéjar del Frontón Beti Jai, el último testigo de un tiempo en el que en Madrid no se hablaba de fútbol, sino de pelota. La candidatura olímpica Madrid 2020 no ha incluido finalmente en su proyecto al denominado «Vaticano de la pelota», pese a los esfuerzos de la Plataforma Salvar el Beti Jai que no oculta su «gran malestar» por este nuevo olvido institucional.
«No tenemos nada en contra de la candidatura de Madrid 2020», aseguran desde este colectivo, consciente de la afición deportiva española y de la oportunidad que representan unos Juegos Olímpicos para recuperar la maltrecha economía. Aseguran que no quieren ser «pájaros de mal agüero» ni boicotear la iniciativa, pero se preguntan: «¿Se merece unos JJ.OO. una ciudad que olvida su historia deportiva abandonando a su suerte el frontón Beti-Jai?».
La plataforma que defiende la rehabilitación de este edificio construido en 1893 en la calle Marqués de Riscal se reunió hace un año con la candidatura de Madrid 2020 y agradeció la «buena acogida» que tuvo y la «sensibilidad» que apreciaron ante este estadio del siglo XIX congelado en el tiempo. «Es la instalación deportiva más antigua de España, única de esta categoría monumental en Madrid, en Europa y en el mundo», afirmaba en ABC Fernando Larumbe, campeón del Mundo de Pelota en los años 70 que creía que el Beti Jai aportaría a la candidatura olímpica una gran baza de imagen y prestigio. «Es tradición, la espectacularidad de la pelota la tienes garantizada y se podría convertir en un gran espacio polideportivo donde cabrían además otros deportes olímpicos», aseguraba Larumbe.
Las primeras medallas olímpicas que logró España en los Juegos Olímpicos de París en 1900 fueron precisamente «de la mano del madrileño Francisco Villota Baquiola» en pelota, según recuerda la plataforma Salvar el Beti Jai, que esperaba que Madrid 2020 escuchara las plegarias que desoyó la anterior candidatura olímpica de Madrid 2016. No ha sido así.
«Dentro del presupuesto de los JJ.OO. no hacía falta más que una mínima parte para poder restaurar el Beti-Jai y aprovechar para mostrárselo al mundo con orgullo», se lamenta Igor González, portavoz de Salvemos el Beti Jai.
Declarado Bien de Interés Cultural en 2010, el Beti Jai lleva años en la Lista Roja de la asociación Hispania Nostra que alerta sobre el patrimonio en peligro. El deterioro sufrido con los años y las filtraciones de agua han aumentado la preocupación sobre el futuro de este edificio, que se encuentra a la espera de la sentencia judicial que fije el precio de su expropiación, según González. La cuantía anterior de 7,2 millones de euros fue recurrida por el Ayuntamiento, que solo quería pagar 5,7 millones, y los propietarios, que piden 32 millones.
«No tenemos nada en contra de la candidatura de Madrid 2020», aseguran desde este colectivo, consciente de la afición deportiva española y de la oportunidad que representan unos Juegos Olímpicos para recuperar la maltrecha economía. Aseguran que no quieren ser «pájaros de mal agüero» ni boicotear la iniciativa, pero se preguntan: «¿Se merece unos JJ.OO. una ciudad que olvida su historia deportiva abandonando a su suerte el frontón Beti-Jai?».
La plataforma que defiende la rehabilitación de este edificio construido en 1893 en la calle Marqués de Riscal se reunió hace un año con la candidatura de Madrid 2020 y agradeció la «buena acogida» que tuvo y la «sensibilidad» que apreciaron ante este estadio del siglo XIX congelado en el tiempo. «Es la instalación deportiva más antigua de España, única de esta categoría monumental en Madrid, en Europa y en el mundo», afirmaba en ABC Fernando Larumbe, campeón del Mundo de Pelota en los años 70 que creía que el Beti Jai aportaría a la candidatura olímpica una gran baza de imagen y prestigio. «Es tradición, la espectacularidad de la pelota la tienes garantizada y se podría convertir en un gran espacio polideportivo donde cabrían además otros deportes olímpicos», aseguraba Larumbe.
Las primeras medallas olímpicas que logró España en los Juegos Olímpicos de París en 1900 fueron precisamente «de la mano del madrileño Francisco Villota Baquiola» en pelota, según recuerda la plataforma Salvar el Beti Jai, que esperaba que Madrid 2020 escuchara las plegarias que desoyó la anterior candidatura olímpica de Madrid 2016. No ha sido así.
«Dentro del presupuesto de los JJ.OO. no hacía falta más que una mínima parte para poder restaurar el Beti-Jai y aprovechar para mostrárselo al mundo con orgullo», se lamenta Igor González, portavoz de Salvemos el Beti Jai.
Declarado Bien de Interés Cultural en 2010, el Beti Jai lleva años en la Lista Roja de la asociación Hispania Nostra que alerta sobre el patrimonio en peligro. El deterioro sufrido con los años y las filtraciones de agua han aumentado la preocupación sobre el futuro de este edificio, que se encuentra a la espera de la sentencia judicial que fije el precio de su expropiación, según González. La cuantía anterior de 7,2 millones de euros fue recurrida por el Ayuntamiento, que solo quería pagar 5,7 millones, y los propietarios, que piden 32 millones.
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