La Comunidad de Madrid intensificará durante estas fechas próximas a la Navidad los controles rutinarios para reforzar su lucha contra el intrusismo y la competencia desleal en el sector del taxi. Se intensificarán sobre todo los controles rutinarios en aquellos puntos donde se concentra un mayor número de viajeros, como son el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas o las estaciones de tren de Atocha o Chamartín.
La Comunidad de Madrid, a través de la Dirección General de Transportes, ha realizado a lo largo de este año 4.238 inspecciones en vehículos de transporte de viajeros. El objetivo de estas inspecciones es identificar a aquellos vehículos que carecen de licencia y que por tanto suponen una competencia desleal para el sector del taxi y para aquellas empresas de alquiler de vehículos que sí cuentan con licencia. Así lo ha podido comprobar el consejero de Transportes, Vivienda e Infraestructuras, Pedro Rollán, quien ha asistido a uno de estos controles rutinarios en la estación de Atocha.
Rollán ha recordado durante su visita que a principios de año entrará en vigor la modificación de la Ley de Ordenación y Coordinación de los Transportes Urbanos, con la que se pretende perseguir de una manera más efectiva aún a aquellos infractores que no cuenten con la pertinente licencia municipal. Hasta que entre en vigor la modificación de la Ley, se ha apostado por intensificar los controles e inspecciones para disuadir a los infractores.
La modificación legislativa precisa que los vehículos infractores serán inmovilizados cuando realicen un trasporte público de viajeros de manera ilegal, incluso cuando la persona responsable tenga su residencia en España. Además, la nueva normativa contempla la compatibilidad de la sanción con la obligación de indemnizar por los daños y perjuicios causados por la realización de dicha actividad ilícita. Las sanciones oscilarán entre 1.001 y 6.000 euros, pudiendo ser inmovilizado el vehículo hasta que la sanción haya sido satisfecha. Con estas medidas se cumple el compromiso electoral de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, en la lucha contra el intrusismo y la competencia desleal en el sector del taxi.
La Comunidad de Madrid, a través de la Dirección General de Transportes, ha realizado a lo largo de este año 4.238 inspecciones en vehículos de transporte de viajeros. El objetivo de estas inspecciones es identificar a aquellos vehículos que carecen de licencia y que por tanto suponen una competencia desleal para el sector del taxi y para aquellas empresas de alquiler de vehículos que sí cuentan con licencia. Así lo ha podido comprobar el consejero de Transportes, Vivienda e Infraestructuras, Pedro Rollán, quien ha asistido a uno de estos controles rutinarios en la estación de Atocha.
Rollán ha recordado durante su visita que a principios de año entrará en vigor la modificación de la Ley de Ordenación y Coordinación de los Transportes Urbanos, con la que se pretende perseguir de una manera más efectiva aún a aquellos infractores que no cuenten con la pertinente licencia municipal. Hasta que entre en vigor la modificación de la Ley, se ha apostado por intensificar los controles e inspecciones para disuadir a los infractores.
Un mayor endurecimiento de las sanciones
La modificación legislativa precisa que los vehículos infractores serán inmovilizados cuando realicen un trasporte público de viajeros de manera ilegal, incluso cuando la persona responsable tenga su residencia en España. Además, la nueva normativa contempla la compatibilidad de la sanción con la obligación de indemnizar por los daños y perjuicios causados por la realización de dicha actividad ilícita. Las sanciones oscilarán entre 1.001 y 6.000 euros, pudiendo ser inmovilizado el vehículo hasta que la sanción haya sido satisfecha. Con estas medidas se cumple el compromiso electoral de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, en la lucha contra el intrusismo y la competencia desleal en el sector del taxi.
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