viernes, 6 de mayo de 2022

La Montaña Artificial 'de los Gatos' del parque del Retiro estará en obras durante siete meses

 El Ayuntamiento de Madrid va a recuperar para el disfrute de los ciudadanos la Montaña Artificial de los Jardines del Buen Retiro, conocida popularmente como La Montaña de los Gatos por ser un espacio frecuentado por los felinos asilvestrados que hay en el recinto. Esta joya del siglo XIX, construida por orden de Fernando VII, lleva cerrada al público casi dos décadas por la falta de seguridad de la infraestructura. Con el objetivo de que este patrimonio se recupere para la ciudad de Madrid, el delegado de Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante, ha anunciado que la Junta de Gobierno ha autorizado un contrato y un gasto plurianual de 2.638.090 euros para llevar a cabo una remodelación integral. El plazo de ejecución de las obras es de 7 meses y se prevé que comiencen en septiembre de 2022.

La Montaña de los Gatos se encuentra actualmente en desuso y con el paso restringido al público. La última exposición que se realizó en la galería fue en 2002 con una duración de un año. En 2004 comenzaron a producirse desprendimientos en el interior y se cerró la zona de muestras, gestionada la Junta del Distrito. Entre 2004 y 2005 se valló la zona por completo, primero la parte superior y, posteriormente, todo el conjunto. Posteriormente se ha realizado un estudio por parte de la Dirección General de Gestión del Agua y Zonas Verdes, dependiente del Área de Medio Ambiente y Movilidad, con el que se ha comprobado que la instalación no es segura debido las filtraciones de agua del interior.

Desde 2004, el Ayuntamiento de Madrid no ha llevado a cabo ninguna actuación en la estructura, aunque en 2018, coincidiendo con el 150 aniversario de El Retiro, se convocó un concurso público para la rehabilitación del espacio, que quedó desierto.

Respeto a la estructura original

La parcela donde se ubica La Montaña de Gatos se extiende desde la esquina noreste de los Jardines del Buen Retiro, en la entrada de la Puerta de O'Donnell, hasta los parterres colindantes y la Casita del Pescador. Se trata de un terreno terrizo que comienza al cruzar la puerta y que da la bienvenida a los usuarios provenientes del exterior del parque, desde el que se percibe la vista más representativa de la montaña, con las extintas láminas de agua y la cascada y su abundante vegetación.

La recuperación propuesta por este equipo de Gobierno tras 18 años de inactividad primará en todo momento el respeto a la construcción original, respetando el volumen de la bóveda -formada por una cúpula de 14 metros de diámetro y 11 metros de altura-, y mejorando su cubrición, ya que fue construida para ser cubierta con tierra y vegetación creando una montaña artificial. La adecuación del espacio exterior busca recuperar la estructura y los caminos que existían inicialmente, manteniendo la zona superior de observación y los elementos de evocación pintoresca como las cascadas.

La montaña cuenta con una serie de pequeños senderos ajardinados ascendentes rodeados perimetralmente de un conjunto de estanques sobre los que vierten tres cascadas artificiales dotadas de un sistema hidráulico de recirculación. La intervención permitirá recuperar las cascadas y láminas de agua; mejorar el trazado y la renovación de los caminos interiores. Se consolidarán los elementos patrimoniales y se adaptarán las zonas arbustivas y el patrimonio vegetal al espacio, renovando también la iluminación y el sistema de riego.

El interior de la montaña, donde se organizaban las exposiciones, consta de un espacio abovedado de planta circular abierto con un óculo superior del que nacen cuatro galerías abovedadas que discurren por el interior del cerro artificial. El primero de estos pasillos, dispuesto en el eje perpendicular a la calle O´Donnell, hace las veces de acceso. Los otros tres nacen desde el espacio interior, avanzan bajo la montaña en direcciones opuestas, hacia los estanques del perímetro en busca de la caída de agua de las cascadas exteriores. 

Limpieza y reparación

Las operaciones de limpieza y reparación que se llevarán a cabo tan solo incluirán elementos indispensables en sustitución de algunos que fueron introducidos en la década de 1980 para garantizar el correcto funcionamiento de la edificación. Con el fin de ofrecer a la construcción las condiciones idóneas, se desmontará también un casquete ejecutado en los años 60, se vaciará el interior de la peana del templete, se levantará el pavimento hasta alcanzar la bóveda, y se construirá bajo el solado una plataforma de cámara ventilada que permita integrar un sistema mecánico de extracción y control de la humedad interior.

Esta joya histórica se erigió bajo la dirección de Bernardino Berogán, quien proyectó diversas edificaciones en el parque de El Retiro, construidas por el arquitecto real Isidro González Velázquez, como la Casita del Pescador, la Casa del Contrabandista, la Casa del Pobre, la Casa Rústica, la Pajarera, la Casa de Fieras o el Embarcadero del Estanque Grande.

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