La ley tiene muchos puntos polémicos como la obligación para los agentes forestales de pedir autorización judicial para entrar en fincas privadas, pero sin duda el más polémico es el de limitar a tres alturas más ático todos los edificios que se construyan en la Comunidad de Madrid.
Según palabras de la presidenta, Esperanza Aguirre, su finalidad es conseguir un urbanismo más humano.
"En la Ley de modernización lo que decimos es que no queremos un urbanismo de los años 80 con torres y colmenas donde vivan los ciudadanos, sino que queremos un urbanismo más humano donde las familias madrileñas puedan vivir entrando el sol por sus ventanas, teniendo garantía de zonas verdes, parques y jardines, sin vivir en torres en medio de los páramos como al parecer otros urbanismos socialistas sí han querido"
Esta limitación iba incluida en el programa electoral del PP con el que Esperanza Aguirre ganó por mayoría absoluta las pasadas elecciones autonómicas, eso está claro, pero no creo que muchos de sus votantes lo tuviesen en cuenta al depositar su papeleta.
Aguirre presume de ser liberal, y de aplicar políticas liberales dejando que sea el mercado el que decida. Pues parece ser que hoy toca ser un poco menos liberal, y poner límites donde no debería haberlos.
Todos sabemos que el precio de la vivienda está muy alto, y en las grandes ciudades como Madrid, mucho más. Para que el precio de la vivienda se frenase o incluso disminuyera, habría que empezar haciendo una Ley del suelo que liberalizase y permitiese salir al mercado más terrenos donde construir. ¡Eso sí sería un buen ejemplo de ser liberal!
Si se aplica esta nueva ley que limita la altura de la edificación, lo único que se conseguirá será subir el precio de la vivienda. Si donde antes podían hacerse siete plantas, ahora sólo se van a permitir tres y media, no hay que ser muy inteligente para deducir que el precio de la vivienda se duplicará.
Esto no afectará a las poblaciones de la Sierra madrileña, que son las que de verdad hay que proteger, y que ya tienen Normativas muy restrictivas que sólo permiten una o dos alturas (a nadie se le ocurriría levantar una torre de 10 plantas en Patones). Tampoco afectará a los que vivan en lujosos chalets o en megaurbanizaciones de adosados a las afueras de Madrid. Pero sí que afectará y muy gravemente a la ciudad de Madrid y a los grandes municipios de la Comunidad.
¿Alguien se imagina las Cuatro Torres de la Castellana reducidas a sólo tres alturas más ático? De chiste.
Los nuevos barrios que se están construyendo en Madrid, como Sanchinarro, con amplísimas avenidas y grandes parques, ahora tienen la limitación en siete plantas (salvo excepciones como el Mirador de Sanchinarro que tiene 20 plantas).
¿Se conseguirá un urbanismo "más humano" como pretende Aguirre si se reducen esas alturas a tres y media? No, sólo se conseguirá doblar el precio de las viviendas.
¿Beneficiará en algo esta medida a los madrileños que estén buscando casa? Claramente no, porque verán incrementado su precio.
Hoy somos muchos los arquitectos y promotores contrariados con esa medida. En cuanto se conozca y empiece a aplicarse, sin duda serán muchos más los madrileños afectados que tampoco la apoyen.
Si equivocarse es de humanos, rectificar es de sabios. Esperemos que la inteligencia de la Presidenta de TODOS los madrileños esté a la altura que nos merecemos.
