A información pública el proyecto
La Consejería de Transportes e Infraestructuras de la Comunidad de Madrid ha sacado a información pública la construcción de una nueva autovía para el suroeste de la región. El proyecto une 14 municipios, con una autovía de
más de 70 kilómetros de longitud entre las localidades de Villanueva de la Cañada y Ciempozuelos.
El Gobierno regional tiene previsto destinar para esta operación un total de
481 millones de euros, que servirá para distribuir el tráfico del suroeste, y que en algunas de las zonas tiene un
volumen de más de 19.100 vehículos al día.
Trazado
El proyecto se divide en
tres tramos. El primero contempla la
duplicación de 25,7 kilómetros de la M-600 entre las localidades de Villanueva de la Cañada y Navalcarnero. El segundo, la
duplicación de la M-404 en 17,8 kilómetros entre Navalcarnero y Serranillos del Valle. El tercer tramo, de
27,1 kilómetros irá desde Serranillos del Valle hasta Ciempozuelos.
Clic sobre el mapa para ampliarLa obra beneficiará a los vecinos de Valdemorillo, Villanueva de la Cañada, Brunete, Sevilla la Nueva, Navalcarnero, El Alamo, Batres, Serranillos del Valle, Griñón, Cuevas de la Sagra, Torrejón de Velasco, Torrejón de la Calzada y Ciempozuelos. Los vecinos que se beneficiarán directamente son 168.700, sin tener en cuenta el tráfico ocasional de turismos y camiones.
La nueva vía tendrá
comunicaciones con carreteras estatales y será de gran importancia para la distribución regional con la A-4, R-4, A-41, A-42, A-5 y R-5. También tendrá comunicación con la M-50 a través de la M-503. En la práctica, esta nueva carretera se convertirá en alternativa a la M-50 por el sur. También se podrá acceder a las nuevas carreteras de Red Sur, la M-407 y la M-419.
Variantes
La duplicación de la M-600 comienza en el enlace de esta vía con la M-503, que es ya autovía, tras las obras que terminó hace algunos meses el Gobierno regional. En ese punto la nueva
vía pasará alrededor de Villanueva de la Cañada, lo que convierte a este tramo en una variante para evitar el paso de los vehículos por el centro de la ciudad.
Se incluye también la construcción de una variante
en Navalcarnero, que evitará el paso por la zona urbana de miles de vehículos. También tendrán variantes
El Álamo y Batres.
Medidas medioambientales
Para evitar el
área de influencia del Parque Regional del Curso Medio del Guadarrama se proyectan las variantes de El Álamo y Batres.
Los técnicos que han trabajado en la zona han detectado una colonia de
topillos de Cabrera, que hasta la fecha no estaban inventariados. El proyecto incluye medidas para mejorar su hábitat. Se comprarán unos terrenos colindantes a la zona (entre 2.500 y 5.000 metros cuadrados) y se llevará a los animales a este nuevo hogar.
También se incluyen, la construcción de
cerramientos específicos para evitar atropellos, la construcción de
pasos para la fauna y la repoblación de la zona con conejos, a pesar de no estar en una zona protegida, para que sirvan de alimento para las aves.
El Conde Duque acoge un nuevo proyecto expositivo con el que se pretende recuperar para el publico la presencia del arte asiático en la Comunidad de Madrid ya que sus colecciones, ofrecen una gran variedad de obras que se exponen bajo la perspectiva de diferentes miradas: históricas, artísticas y antropológicas.
Envases de plástico, latas y bricks: En el contenedor amarillo deben ir las latas de conserva; los bricks; las botellas, botes, bolsas, bandejas y otros envases y envoltorios siempre que sean de plástico, aluminio o corcho; los cubiertos, platos y vasos desechables o el plástico de burbujas. También las tapas de los yogures, una de las dudas más frecuentes. Presenta habitualmente un 25% de residuos impropios.
Papel y cartón: Estos cubos están indicado para el papel (folios, revistas, periódicos, envoltorios) y el cartón, que debe ir plegado para que ocupe menos espacio. Hay que recordar que en estos contenedores no se debe depositar el papel y el cartón sucios, como es el caso de servilletas y pañuelos. Lo que sí va en los cubos azules son los cuadernos y, para tranquilidad de muchos, no es necesario quitarles las anillas. Presenta habitualmente un 20% de residuos impropios.
Botellas, tarros y frascos de vidrio sin sus tapas -que van en el amarillo-, pero no los cristales de ventanas o los platos y vasos rotos. Tampoco deben ir los botes de cristal de medicamentos, pues su tratamiento posterior es distinto. Existe un sistema de recogida en las farmacias y también en los puntos limpios de la ciudad destinado a los medicamentos.
Para alimentos, trapos, bombillas, platos, vasos, papel y cartón sucios, discos, casetes, goma, plásticos que no sean envases (perchas, zapatos, etc.), juguetes y un largo etcétera de objetos se usa el contenedor de resto, el de tapa naranja. Será el que examinen los inspectores de medio ambiente para comprobar si se recicla correctamente.
