El Ayuntamiento de Madrid continúa con la renovación de las zonas verdes de la ciudad y entre ellas, el parque Dionisio Ridruejo, ubicado en el distrito de Moratalaz, en el que el Consistorio ha invertido 720.000 euros. Hoy, el delegado de Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante, y la concejala del distrito de Moratalaz, Almudena Maíllo, han visitado esta zona verde de 35.000 metros cuadrados del barrio de Marroquina. Nuevos ajardinamientos para recuperar la biodiversidad, adecuación de los caminos para cumplir la normativa de accesibilidad, nueva red de riego y más mobiliario para las diferentes áreas recreativas han sido algunas de las principales actuaciones.
Con esta reforma, a cargo de inversiones financieramente sostenibles, el Ayuntamiento soluciona uno de los grandes inconvenientes que presentaba el parque: los encharcamientos. Para ello, ha instalado un sistema de bandas de infiltración de agua en el suelo que facilita el drenaje y minimiza los efectos del agua de lluvia. Además, para situaciones en las que el volumen de agua sea excesivo se han realizado conexiones para evacuar a la red de saneamiento. Estas bandas están colocadas a un metro de profundidad y recubiertas por una capa de grava con geotextil y otra de arena. Sobre esta última, se ha añadido tierra vegetal sobre la que se han plantado arbustos y tapizantes.
En cuanto al riego, la reforma del parque ha contemplado las actuaciones necesarias para adecuarse a los requisitos recogidos en la normativa municipal de gestión sostenible del agua, esto es, aumentar la eficiencia de la distribución del riego con el objeto de optimizar y reducir el consumo de agua. Las nuevas plantaciones se riegan por goteo según las necesidades específicas del arbolado y se ha dejado prevista una red de agua regenerada para su uso en un futuro próximo.
Más valor paisajístico
El proyecto de rehabilitación ha incluido varias actuaciones para mejorar la calidad ambiental de toda la superficie. Además de ampliar las zonas verdes, se ha intervenido en los árboles que requerían tratamiento como los ubicados en el acceso y camino norte del parque. En general, la mayor parte del arbolado y de los arbustos se encontraba antes de la ejecución del proyecto en buen estadofitosanitario, observándose, tras Filomena, gran cantidad de desperfectos en el arbolado y de menos entidad en los macizos arbustivos, por lo que se ha llevado a cabo su saneamiento fitosanitario y se mantiene la seguridad del parque.
Para las nuevas plantaciones se han seleccionado especies de bajas necesidades hídricas y resistentes a la sequía, unos criterios que siguen las recomendaciones de la Ordenanza de Gestión y Uso Eficiente del Agua en la Ciudad de Madrid.
En los recorridos peatonales crece arbolado de sombra y para las nuevas áreas estanciales y zonas terrizas carentes de arbolado se ha optado por ejemplares que además tendrán un carácter ornamental. En los alcorques vacíos se ha repuesto el arbolado si cumplían los requisitos técnicos estipulados como la adecuación del espacio disponible a la elección de la especie seleccionada.
Junto a las bandas de infiltración de las praderas de césped y de las zonas estanciales, se han creado franjas verdes con vegetación tapizante y arbustiva que están formadas por especies de portes bajos y medio-bajos con diferente colorido. El diseño de esta jardinería facilita la visión del entorno garantizando la seguridad de la ciudadanía. Asimismo, para los nuevos parterres se ha optado por plantas que incrementarán la calidad paisajística del entorno por las características de su hoja o flor. El talud situado al oeste del área infantil se ha convertido en una pradera natural con riego por goteo, una medida más sostenible que requerirá menor mantenimiento.
Caminos accesibles
El parque Dionisio Ridruejo será un espacio que permitirá a los ciudadanos desplazarse sin obstáculos por caminos continuos y seguros, para lo que se han repavimentado los paseos para que sean más anchos y se han renovado los terrizos para minimizar los encharcamientos.
Para mejorar la accesibilidad cognitiva del parque, se ha diseñado un pavimento con adoquines de diferentes colores, tamaños y formas. Una solución que facilita la ordenación y jerarquización de los diferentes espacios que integran el parque.
Con el fin de minimizar el efecto ‘isla de calor’ se ha optado por la elección de un pavimento fotocatalítico con lo que la superficie absorberá parte de los contaminantes y ayudará a mejorar la calidad del aire del entorno.
Además de la renovación de los caminos para hacerlos accesibles, se ha construido una escalera con doble pasamano para salvar desniveles.
Más mobiliario
Para favorecer los paseos y las estancias en las diferentes áreas del parque, el Ayuntamiento ha renovado gran parte del mobiliario. Se han sustituido todos los elementos que se encontraban en mal estado y se le ha dotado de nuevo equipamiento que cumple con la normativa de accesibilidad.
En total, se han colocado 128 bancos de madera accesibles y cinco de hormigón junto a las áreas deportivas, 44 papeleras en caminos y zonas estanciales, 16 mesas y dos fuentes de agua potable.
Asimismo, para favorecer la movilidad ciclista, se instalarán tres soportes de aparcabicis para cuatro bicicletas cada uno. Dos de ellos se ubicarán junto a cada una de las pistas deportivas y un tercero frente a la grada situada al lado de la lámina de agua.
En cuanto a las dotaciones deportivas, el Ayuntamiento ha reparado la pista de baloncesto situada al sur del parque y ha acondicionado la zona de la petanca con la mejora de su pavimento, la instalación de un vallado de madera y la dotación de papeleras y bancos que harán más confortable esta área deportiva.
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