Los cinco intercambiadores de transporte que gestiona la Comunidad de Madrid, a través del Consorcio Regional de Transportes, se han situado a la cabeza de las infraestructuras del sur de Europa en materia de eficiencia energética. En concreto, los intercambiadores de Moncloa, Plaza de Castilla, Príncipe Pío, Avenida de América y Plaza Elíptica han obtenido una calificación de 4 estrellas dentro del proyecto europeo Sudoe Stop C02, que ha evaluado 65 infraestructuras de transportes en el sur de Europa.
Los cinco intercambiadores se han situado en las primeras posiciones entre las infraestructuras de transporte del sudoeste de Europa tras ser analizados a través de una herramienta de evaluación energética. La eficaz gestión energética de los edificios, la modernización de los sistemas, la atención a la intermodalidad y la movilidad sostenible, y el suministro de energía procedente de fuentes renovables les han permitido obtener la calificación de 4 estrellas.
El proyecto evaluó 65 infraestructuras de transporte entre estaciones de autobús, de tren e intercambiadores, a los que se han sumado recientemente los cinco intercambiadores de transporte de Madrid. Dentro de España, también se han analizado las estaciones de autobús de Plaza de Armas en Barcelona, Delicias en Zaragoza, Pamplona, Santander, Oviedo y Alicante, entre otras. Madrid ha sido junto con Lisboa, la ciudad con más estación estudiadas.
Los intercambiadores de transporte del Consorcio Regional de Transportes de Madrid son excepcionales por sus buenos resultados en eficiencia energética, calidad y seguridad, aunque son infraestructuras de gran tamaño y demanda. Un ejemplo de su dimensión es el intercambiador de Moncloa que, desde su inauguración hace 25 años, ha movido más de 25 millones de autobuses y más de 1.000 millones de personas.
Por este motivo, los intercambiadores madrileños son una referencia a nivel mundial. De hecho, el Consorcio Regional de Transportes recibe cerca de 50 visitas anuales de organizaciones provenientes de todo el mundo relacionadas con la planificación, gestión y explotación de infraestructuras de transporte que están interesadas en conocer el concepto de diseño, la funcionalidad, la gestión y la explotación de dichas infraestructuras, así como el papel fundamental que juegan en la movilidad regional.
Las estaciones de autobuses y trenes en las ciudades del sudoeste de Europa consumen grandes cantidades de energía y emiten niveles de gases de efecto invernadero extremadamente elevados, lo que afecta a la calidad de vida de los ciudadanos y a la imagen de las ciudades. Con el proyecto Sudoes Stop CO2, en el que participan ocho socios de Francia, España y Portugal, se pretende ofrecer una solución para reducir su factura energética e impacto medioambiental de estas instalaciones.
Para ello, la Universidad de Oporto ha creado una herramienta de evaluación energética de las estaciones de transporte a través de sistemas BIM de ingeniería ecológica, que evalúa su consumo y las soluciones que se pueden aplicar para mejorarlo.
Los cinco intercambiadores se han situado en las primeras posiciones entre las infraestructuras de transporte del sudoeste de Europa tras ser analizados a través de una herramienta de evaluación energética. La eficaz gestión energética de los edificios, la modernización de los sistemas, la atención a la intermodalidad y la movilidad sostenible, y el suministro de energía procedente de fuentes renovables les han permitido obtener la calificación de 4 estrellas.
El proyecto evaluó 65 infraestructuras de transporte entre estaciones de autobús, de tren e intercambiadores, a los que se han sumado recientemente los cinco intercambiadores de transporte de Madrid. Dentro de España, también se han analizado las estaciones de autobús de Plaza de Armas en Barcelona, Delicias en Zaragoza, Pamplona, Santander, Oviedo y Alicante, entre otras. Madrid ha sido junto con Lisboa, la ciudad con más estación estudiadas.
Referencia mundial
Los intercambiadores de transporte del Consorcio Regional de Transportes de Madrid son excepcionales por sus buenos resultados en eficiencia energética, calidad y seguridad, aunque son infraestructuras de gran tamaño y demanda. Un ejemplo de su dimensión es el intercambiador de Moncloa que, desde su inauguración hace 25 años, ha movido más de 25 millones de autobuses y más de 1.000 millones de personas.
Por este motivo, los intercambiadores madrileños son una referencia a nivel mundial. De hecho, el Consorcio Regional de Transportes recibe cerca de 50 visitas anuales de organizaciones provenientes de todo el mundo relacionadas con la planificación, gestión y explotación de infraestructuras de transporte que están interesadas en conocer el concepto de diseño, la funcionalidad, la gestión y la explotación de dichas infraestructuras, así como el papel fundamental que juegan en la movilidad regional.
Reducir la factura
Las estaciones de autobuses y trenes en las ciudades del sudoeste de Europa consumen grandes cantidades de energía y emiten niveles de gases de efecto invernadero extremadamente elevados, lo que afecta a la calidad de vida de los ciudadanos y a la imagen de las ciudades. Con el proyecto Sudoes Stop CO2, en el que participan ocho socios de Francia, España y Portugal, se pretende ofrecer una solución para reducir su factura energética e impacto medioambiental de estas instalaciones.
Para ello, la Universidad de Oporto ha creado una herramienta de evaluación energética de las estaciones de transporte a través de sistemas BIM de ingeniería ecológica, que evalúa su consumo y las soluciones que se pueden aplicar para mejorarlo.
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