viernes, 25 de febrero de 2022

España y la Covid-19: La vida después de la pandemia

Cuando en marzo del 2020 las autoridades sanitarias acordaron el distanciamiento y cuarentena como las medidas de bioseguridad más efectivas para evitar los contagios por coronavirus, la incertidumbre sobre lo que vendría luego golpeó la puerta de muchos españoles. Ahora, momento en el que hemos atravesado al menos seis olas de contagios, parece que lo que los expertos han llamado “la nueva normalidad” se ha colado en nuestras rutinas. Si bien no hay fechas exactas que sugieran el cese del virus, al menos los contagios han ido en descenso y las mentes más creativas han encontrado la forma de seguir haciendo su vida a pesar de la Covid-19. 

La vida en línea: El futuro es ahora

Antes de que la pandemia por coronavirus afectara nuestras rutinas, se estudiaba la posibilidad de asistir virtualmente a los espacios de nuestras vidas que en aquel entonces nos convocaban de forma presencial. El distanciamiento social fue el catalizador para la vida en línea: nuestros hijos empezaron a asistir al colegio y nosotros a nuestras reuniones laborales a través de conferencias virtuales.

Cambiamos el cine por las plataformas de streaming de los grandes estudios hollywoodenses, la vida nocturna por casinos en línea con los mejores bonos de máquinas tragaperras, el café con las amigas y las visitas dominicales a casa de la abuela fueron sustituidos por videollamadas.

Las compras online experimentaron un vertiginoso ascenso y hubo quienes encontraron en ellas una alternativa a su trabajo formal, bien fuera actuando como delivery para un supermercado o creando su propio emprendimiento.

Junto a la cuarentena se fomentó la discusión concerniente al trabajo y la salud mental, empezamos a preguntarnos cómo podríamos balancear lo que era nuestra vida en casa, el trabajo y el tiempo de esparcimiento si ahora el espacio para ello era uno solo: nuestro hogar. 

Este año la OMS agregó el síndrome de burnout a la lista de su Clasificación Internacional de Enfermedades, dicha actualización fue la causante en gran medida de lo que el pasado año se llamó “la gran renuncia”. De acuerdo a cifras oficiales, el 32% de las personas que desean dejar sus trabajos para este año aseguran que la causa de su renuncia es priorizar la salud mental. 

¿Qué sigue ahora?

Las cifras de desempleo en Madrid experimentaron una bajada del 2,8% a principio de año, un número histórico para el mes de enero. Por otro lado, en lo que respecta a la seguridad laboral, los españoles están mucho más decididos en hacer valer sus derechos que en años anteriores. Es por ello que se evalúa la posibilidad de crear jornadas laborales híbridas, en la que los trabajadores tengan la opción de asistir a la oficina o hacer teletrabajo. 

La pandemia y el cese de las actividades que nos aseguraban distracción de los inconvenientes del día a día propiciaron y priorizaron la discusión sobre la salud mental, al mismo tiempo que se fomentaba un estilo de vida más saludable en los hogares españoles. El Covid-19 ha permitido que visibilicemos y hablemos sin tabú sobre una problemática que nos compete a todos por igual.

Con el 81% de la población española inmunizada con la pauta de vacunación completa y el sector turístico y de entretenimiento reactivando poco a poco sus operaciones, se espera que pronto podamos asistir a una vida parecida a la que teníamos antes de la pandemia. Si bien ya nada puede ser como en el pasado, la campaña de vacunación ha permitido que los índices de mortandad del virus se reduzcan y ha flexibilizado las medidas de bioseguridad.

Ya que la ciencia ha hecho lo propio, queda de nuestra parte seguir trabajando en erradicar el virus y abrir los espacios que nos permitan trabajar en las cosas que estuvieron mal en el pasado. Aunque esto no terminará pronto, la vida con un pie en línea y el otro en la realidad parece ser lo que nos permitirá salir de esta situación más temprano que tarde.


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