Con sus dos plantas subterráneas, 32 dársenas y un área de 28.300 metros cuadrados, permitirá eliminar de la superficie 2.400 autobuses, contribuyendo a la mejora del tráfico de la zona. Va a contar con dos accesos peatonales en los extremos de la plaza y con zonas de espera climatizadas que incrementarán la comodidad de los usuarios.
En el intercambiador de Príncipe Pío confluirán las líneas 6 y 10 de Metro; el ramal del suburbano Ópera-Príncipe Pío, las líneas C-7 y C-10 de Cercanías-Renfe; varias líneas urbanas de autobús y las líneas interurbanas que comunican la capital con Alcorcón, Villaviciosa de Odón, Móstoles, Navalcarnero, Brunete y San Martín de Valdeiglesias.
La presidenta de la Comunidad, Esperanza Aguirre, y el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón visitaron ayer las obras de construcción de este intercambiador, uno de los seis que la Comunidad y el Ayuntamiento están impulsando conjuntamente. Además de éste, ya están en ejecución los de Plaza de Castilla, Moncloa, y Plaza Elíptica; en fase de planificación están los de Conde de Casal y Chamartín.
La puesta en funcionamiento de todos ellos (ubicados en los principales puntos de acceso a Madrid) va a facilitar los trasbordos entre distintos medios de transporte y, por tanto, fomentar su uso. Pero también, va a mejorar el paisaje urbano al recuperar espacios en superficie como consecuencia de la eliminación de los autobuses que ahora invaden calles situadas en zonas estratégicas de la ciudad.
Éste es un aspecto que se va a notar especialmente en el intercambiador de Príncipe Pío, según el alcalde, ya que al estar ubicado bajo la explanada de la estación del mismo nombre, liberará una zona de 8.000 metros cuadrados en un punto neurálgico de la ciudad.
Conexión con el nuevo túnel de la avenida de Portugal
El alcalde recordó, que el Ayuntamiento ha dotado al nuevo túnel que discurre bajo la avenida de Portugal y el río Manzanares de rampas y ramales de conexión con este intercambiador. De esta forma, a través del subterráneo van a entrar y salir de Madrid 1.900 autobuses interurbanos en los que viajarán cada jornada 90.000 pasajeros, “que acortarán tiempos de recorrido, ganarán tiempo para el ocio y, en definitiva, mejorarán su calidad de vida”.
Es la misma fórmula aplicada en el intercambiador de plaza de Castilla y en el futuro de Chamartín, donde también se han proyectado túneles de conexión con el anillo distribuidor de las cuatro torres y el eje que conforman el Nudo de la Paloma-Sinesio Delgado-Monforte de Lemos.
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