Una nueva plaza de España, con menos ruidos, menos contaminación, menos tráfico y más espacio para el paseo. Un nuevo espacio cuyo diseño se abre a la participación de todos: vecinos, asociaciones, instituciones profesionales. Y a coste cero para las arcas municipales. Estas son las claves de la propuesta de remodelación de la plaza de España que hoy ha presentado la alcaldesa de Madrid, Ana Botella.
Las soluciones pasan por crear túneles para soterrar al máximo la circulación rodada; mejorar el aparcamiento y la galería comercial subterráneos con más plazas y nuevos usos y peatonalizar el paso elevado entre Ferraz y Bailén. Los gastos se sufragarán con las aportaciones de los propietarios de los grandes edificios del ámbito y con los ingresos de las nuevas concesiones que se generarán en el subsuelo.
Ana Botella ha remarcado la "carga simbólica" de esta propuesta que afecta "a la que quizá sea la última gran pieza urbana de nuestro centro, que con el tiempo se ha quedado aislada de su papel vertebrador de la ciudad". Pero la alcaldesa ha hecho sobre todo hincapié en la fórmula que el Ayuntamiento ha elegido para dar forma definitiva a este proyecto: la participación. "Desde hoy mismo invitamos a todos los madrileños, a toda la sociedad civil, para comenzar el proceso de renovación de este espacio y proponer cómo quieren que sea nuestra plaza de España".
Para facilitar esta participación el Ayuntamiento ha puesto a disposición de todos los interesados la información que posee sobre la plaza, así como los estudios e informes técnicos que se han utilizado para el análisis previo. Desde hoy está disponible en la web municipal, en una página específica: www.madrid.es/cambialaplaza
"Lo que planteamos no es una propuesta cerrada; al contrario, es un planteamiento de objetivos, de filosofía conceptual y estructural de cómo entendemos que debería abordarse la renovación de la plaza" ha explicado la alcaldesa, que ha desgranado las posibles soluciones y actuaciones que propone el Ayuntamiento. Estas pasan por soterrar al máximo posible la circulación rodada, mediante túneles que canalizarán el tráfico de salida proveniente de las calles Princesa y Gran Vía hacia Bailén y Cuesta de San Vicente, y el entrante desde esta última hacia Princesa y Gran Vía, evitando la actual rotonda bajo el paso elevado para dar un mayor protagonismo al peatón.
Asimismo, aprovechando el final de la concesión del actual aparcamiento subterráneo y galería comercial, se propone actualizar y ampliar estos espacios, con más plazas si es posible y con nuevos usos, y con conexiones desde el subsuelo a las nuevas infraestructuras hoteleras que están apostando por este enclave.
Y en superficie se apuesta por convertir el actual paso elevado entre las calles de Ferraz y Bailén en otro exclusivamente peatonal. "De esta manera ‘cosemos en verde' los espacios del Templo de Debod y Jardines de Sabatini y extendemos esa conexión hacia el gran eje medioambiental Madrid Río-Casa de Campo".
"Todas estas propuestas -ha subrayado la alcaldesa- responden a la filosofía del Proyecto Madrid Centro, aprobado por el Ayuntamiento de Madrid en 2011 y premiado en numerosas ocasiones por su calidad técnica".
El resultado sería una plaza con menos contaminación acústica y atmosférica y más espacio para el paseo; más 13.987 metros cuadrados de superficie recuperada para los peatones.
Ana Botella ha destacado que la operación no costará ni un solo euro a los madrileños, ya que se sufragará con cargo a las aportaciones financieras que realizarán los propietarios de los grandes edificios del ámbito, así como a los ingresos derivados de las nuevas concesiones y usos que se generarán en el subsuelo de la plaza.
Las empresas propietarias de estos edificios, cuyos representantes han asistido hoy a la presentación de la propuesta, han manifestado al Ayuntamiento su compromiso de contribuir a la financiación de las obras de renovación de la plaza. "Madrid vuelve a ser ejemplo de que es posible la fórmula de colaboración público-privada para abordar obras necesarias para la ciudad sin tocar el bolsillo de los ciudadanos".
La alcaldesa ha expresado su deseo de que en 2016, año en el que se conmemora el 4º centenario de la muerte de Cervantes, cuyos personajes más universales, Don Quijote y Sancho, "viven escondidos" en la plaza, "podamos celebrar el nuevo diseño de este espacio urbano".
Las soluciones pasan por crear túneles para soterrar al máximo la circulación rodada; mejorar el aparcamiento y la galería comercial subterráneos con más plazas y nuevos usos y peatonalizar el paso elevado entre Ferraz y Bailén. Los gastos se sufragarán con las aportaciones de los propietarios de los grandes edificios del ámbito y con los ingresos de las nuevas concesiones que se generarán en el subsuelo.
Ana Botella ha remarcado la "carga simbólica" de esta propuesta que afecta "a la que quizá sea la última gran pieza urbana de nuestro centro, que con el tiempo se ha quedado aislada de su papel vertebrador de la ciudad". Pero la alcaldesa ha hecho sobre todo hincapié en la fórmula que el Ayuntamiento ha elegido para dar forma definitiva a este proyecto: la participación. "Desde hoy mismo invitamos a todos los madrileños, a toda la sociedad civil, para comenzar el proceso de renovación de este espacio y proponer cómo quieren que sea nuestra plaza de España".
Para facilitar esta participación el Ayuntamiento ha puesto a disposición de todos los interesados la información que posee sobre la plaza, así como los estudios e informes técnicos que se han utilizado para el análisis previo. Desde hoy está disponible en la web municipal, en una página específica: www.madrid.es/cambialaplaza
Objetivos y filosofía
"Lo que planteamos no es una propuesta cerrada; al contrario, es un planteamiento de objetivos, de filosofía conceptual y estructural de cómo entendemos que debería abordarse la renovación de la plaza" ha explicado la alcaldesa, que ha desgranado las posibles soluciones y actuaciones que propone el Ayuntamiento. Estas pasan por soterrar al máximo posible la circulación rodada, mediante túneles que canalizarán el tráfico de salida proveniente de las calles Princesa y Gran Vía hacia Bailén y Cuesta de San Vicente, y el entrante desde esta última hacia Princesa y Gran Vía, evitando la actual rotonda bajo el paso elevado para dar un mayor protagonismo al peatón.
Asimismo, aprovechando el final de la concesión del actual aparcamiento subterráneo y galería comercial, se propone actualizar y ampliar estos espacios, con más plazas si es posible y con nuevos usos, y con conexiones desde el subsuelo a las nuevas infraestructuras hoteleras que están apostando por este enclave.
Y en superficie se apuesta por convertir el actual paso elevado entre las calles de Ferraz y Bailén en otro exclusivamente peatonal. "De esta manera ‘cosemos en verde' los espacios del Templo de Debod y Jardines de Sabatini y extendemos esa conexión hacia el gran eje medioambiental Madrid Río-Casa de Campo".
"Todas estas propuestas -ha subrayado la alcaldesa- responden a la filosofía del Proyecto Madrid Centro, aprobado por el Ayuntamiento de Madrid en 2011 y premiado en numerosas ocasiones por su calidad técnica".
El resultado sería una plaza con menos contaminación acústica y atmosférica y más espacio para el paseo; más 13.987 metros cuadrados de superficie recuperada para los peatones.
Coste cero
Ana Botella ha destacado que la operación no costará ni un solo euro a los madrileños, ya que se sufragará con cargo a las aportaciones financieras que realizarán los propietarios de los grandes edificios del ámbito, así como a los ingresos derivados de las nuevas concesiones y usos que se generarán en el subsuelo de la plaza.
Las empresas propietarias de estos edificios, cuyos representantes han asistido hoy a la presentación de la propuesta, han manifestado al Ayuntamiento su compromiso de contribuir a la financiación de las obras de renovación de la plaza. "Madrid vuelve a ser ejemplo de que es posible la fórmula de colaboración público-privada para abordar obras necesarias para la ciudad sin tocar el bolsillo de los ciudadanos".
La alcaldesa ha expresado su deseo de que en 2016, año en el que se conmemora el 4º centenario de la muerte de Cervantes, cuyos personajes más universales, Don Quijote y Sancho, "viven escondidos" en la plaza, "podamos celebrar el nuevo diseño de este espacio urbano".
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