El Ayuntamiento de Madrid ha iniciado las obras para rehabilitar el Palacio del Capricho de manera que pueda albergar un museo que recuerde la figura de Josefa Pimentel, IX duquesa de Osuna, la mujer ilustrada que lo ordenó levantar en el siglo XVIII junto al jardín del Capricho. Las actuaciones, que está previsto concluyan a finales de 2023 o principios de 2024, van a permitir devolver al inmueble el carácter patrimonial que le corresponde, poniendo en valor los elementos que han sobrevivido a años de abandono.
La primera fase de la obra, con un plazo de ejecución de 12 meses y una inversión de más de dos millones de euros, se centra en los problemas actuales en exteriores, envolventes y estructura, así como en la accesibilidad del edificio. Además, se está preparando ya la segunda fase con la intención de que, tras la aprobación del correspondiente proyecto, se solape con la actual, de tal manera que se aborden los trabajos de restauración del interior mientras terminan los exteriores.
Para los trabajos interiores se ha contado con la colaboración del Instituto del Patrimonio Cultural de España IPCE en materia de revestimientos interiores, instalaciones y su puesta a punto para albergar la exposición permanente del museo. Además, se ha trabajado con el equipo del futuro museo y los responsables de la museografía de forma exhaustiva.
El proyecto de rehabilitación y museográfico de este palacete, que procede de la anterior legislatura, tuvo que interrumpirse debido a problemas de viabilidad en su ejecución. En 2018, con el proyecto de los arquitectos ganadores del concurso que lanzó el Consistorio, se iniciaron las obras durante las que surgieron cuestiones imprevistas y algunos problemas. Por otro lado, la parte de la museografía quedó relegada por la empresa constructora, al no responder a la realidad de la gestión de un museo.
En el último trimestre de 2019, dado que el proyecto no daba respuesta a los problemas surgidos en el edificio y ante la ausencia de amparo administrativo capaz de dar viabilidad a la obra en marcha, el Área de Cultura, Turismo y Deporte decidió suspender las obras y resolver los contratos, dada, además, la inviabilidad económica y real de todo el proceso.
En el segundo trimestre de 2020, el Área de Cultura, Turismo y Deporte realizó de oficio un proyecto renovado capaz de dar solución a los problemas surgidos, así como de reestudiar la funcionalidad del inmueble para su uso como museo, haciéndose cargo los técnicos de la Dirección General de Patrimonio Cultural.
Ahora, el objetivo es acabar las obras iniciadas hace cuatro años, partiendo de la base de mantener lo ya construido en la medida de lo posible. Además, el criterio de intervención actual es el de intentar devolverle a la construcción el sentido de elemento del patrimonio que tipológicamente le corresponde como arquitectura doméstica y singular en el contexto de su época y de la construcción del jardín del Capricho.
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