Hablamos de dietas valoradas en 1300 euros por un par de mañanas al año acudir a un salón de actos y que pese a que Madrid capital no las paga a sus concejales desde hace años, desde el PSOE se insiste al alcalde para que lo haga. Me parece totalmente reprobable. Ellos se comparan con otros ayuntamientos de la comunidad o los mismos diputados regionales que sí cobran las dietas por acudir al sarao.
Pues bien, un político que piensa en los ciudadanos que van a abonar con sus impuestos ese gasto tan innecesario, no debería andar pidiendo más, sino pensar cómo recortar.
No hablamos de consejeros o presidentes - es decir, puestos técnicos, de categoría- de Caja Madrid, uno de los bancos más importantes del país, sino de representantes políticos en el mismo cuyo oficio es otro -irónicamente- y cuyos bolsillos ya están colmados. Lo lógico será que se desestime la petición de los concejales socialistas y algún diputado regional inste a la Asamblea para que se recorte o incluso deniegue la dieta a todos, posean el cargo que sea.
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