lunes, 3 de mayo de 2021

Los tres museos de Metro estrenan mejores soportes de información a sus visitantes

La Comunidad de Madrid mejora y amplía la información que se ofrece en algunos de los espacios museísticos más importantes de Metro con soportes más atractivos y visuales, y que tienen como objetivo hacer más enriquecedoras las visitas a sus lugares más históricos y emblemáticos, como son la Nave de Motores, la estación de Chamberí y el vestíbulo de Pacífico, todos ellos diseñados por el arquitecto Antonio Palacios.

Para mejorar la experiencia de los visitantes, que desde enero han sido más de 7.800, estos espacios han incorporado unos soportes diseñados acorde a las características singulares de cada museo con la idea de que conecten fácilmente con los que acuden a los museos. Están distribuidos estratégicamente en los diferentes puntos del recorrido para facilitar el acceso a la información sobre el espacio que se está visitando.

Estas mejoras han sido posibles gracias a un intenso trabajo de investigación que ha desarrollado Metro para profundizar en el contexto, en el entorno, en la ingeniería y arquitectura de cada espacio museístico deteniéndose en los detalles que los hacen singulares.

De esta manera, la Comunidad de Madrid sigue trabajando para la difusión de su extraordinario legado entre los madrileños, poniendo en valor la historia del suburbano a través una nueva oferta que complementa la existente en los espacios museísticos Todo ello permitirá al visitante conocer mejor, y de forma autónoma, los orígenes y singularidades de estos espacios únicos.

Las visitas se realizan con todas las medidas de seguridad frente al Covid y por ello, siempre se realizan con aforo limitado y, por lo tanto, con cita previa que se puede reservar a través de la web

La Nave de Motores fue construida entre 1922 y 1924, y actualmente conserva su aspecto original. En esta impresionante nave están ubicados tres enormes motores diésel y el resto de la maquinaria (alternadores, transformadores, etc.) que en su momento sirvieron para generar y transformar la energía con la que funcionaban los trenes. El edificio destaca por la claridad de su concepción, la atención al detalle y la buena ejecución que caracterizan todo el trabajo de uno de los grandes artífices de la imagen de la ciudad de la primera mitad del siglo XX, Antonio Palacios.

 

Por otro lado, la estación de Chamberí, conocida como la “Estación Fantasma”, permite al visitante volver al Madrid de los años 50 y 60 tan solo bajando unos escalones. La antigua estación de Chamberí pertenece a la primera Línea de Metro inaugurada en Madrid en 1919, que contaba con ocho estaciones. A principios de los 60, la Compañía Metropolitana decidió aumentar la longitud de los trenes y ante la imposibilidad de alargar esta estación, la clausuró. El cierre definitivo tuvo lugar el 22 de mayo de 1966.

El diseño es también de Antonio Palacios quién eligió para el interior de la estación un recubrimiento cerámico con juegos ornamentales. La bóveda de la estación va recubierta de azulejo blanco biselado y sus estribos estaban decorados por grandes recuadros de azulejos sevillanos que limitan el contorno de los carteles anunciadores, también de cerámica, en encintado ocre y azul. Estos carteles publicitarios son uno de los grandes atractivos de la estación, ya que se conservan prácticamente tal y como fueron creados en la década de los 20.

 

El antiguo vestíbulo de Pacífico también ha sido rehabilitado y conserva el mismo aspecto en el que se encontraba en el año 1923, momento en el que se inauguró la estación, hasta su cierre definitivo en 1966. La decoración del espacio ha sido restaurada conservando todos y cada uno de los elementos arquitectónicos originales que el arquitecto Antonio Palacios dispuso para el diseño de la estación.

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