La presidenta madrileña ya anunció en septiembre de 2007 su intención de eliminar el Impuesto sobre el Patrimonio antes de finalizar esta legislatura, al considerarlo injusto porque grava por duplicado la misma propiedad que es declarada también en el IRPF. Este impuesto se aplica a las propiedades personales que superan un valor de 112.000 euros (150.000 en el caso de la vivienda habitual). El pasado año se acometió una primera reforma del impuesto, que quedó reducido a seis tramos hasta su progresiva eliminación en 2010.
Aguirre también ha pedido al Gobierno de España que "inmediatamente asuma como primera prioridad de su gestión acometer las reformas y las políticas que necesitamos para seguir creciendo y creando riqueza, empleo y bienestar para todos".
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