viernes, 8 de septiembre de 2006

Ayuntamiento pirómano

En la localidad madrileña de Fuente el Saz de Jarama, se realiza uno de los festejos más peligrosos e incomprensibles de la Comunidad de Madrid.
En la tarde noche de los días ocho de septiembre, se realiza la procesión de la Ciguiñuela.
En esta procesión, la Virgen, sale de una ermita, situada a unos dos kilómetros del pueblo y durante el recorrido, los asistentes a la procesión, antorcha en mano, van quemado rastrojos y lo que no son rastrojos, al paso de la imagen de la Virgen.

No hace falta decir que todos los años se producen incendios descontrolados que, en algunos casos, han puesto en serio peligro algunas propiedades que tienen la desgracia de estar cerca del recorrido de la procesión.
El año pasado una casa unifamiliar fue desalojada por los bomberos ya que las llamas estuvieron a punto de prender la casa.

Con menos polémica que el año pasado, ayer se volvió a repetir la escena. El alcalde socialista, D. Luis Manuel Rodríguez del Pino, permitió la entrega de unas 2.000 teas para que los asistentes a la procesión fueran quemando todo lo que vieran al paso de la Virgen.
Personalmente, no entiendo como se puede permitir semejante irresponsabilidad, teniendo en cuenta la estricta prohibición de hacer fuego en toda la Comunidad de Madrid y mucho menos, cuando padecemos uno de los años más secos de la historia y además, ayer el viento en la zona era fuerte debido a las tormentas.

Parece ser que la procesión terminó sin los incidentes del año pasado y con algunas propiedades chamuscadas.


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