jueves, 22 de enero de 2009

Cónclave liberal en el Ateneo de Madrid (2)

Son tres las noticias que deberían alegrar a los defensores de las libertades y la república constitucional en esta Expaña tan peculiar y socialdemocrática. La primera que en el PP todavía hay corrientes y políticos que pelean por hacer valer las ideas del liberalismo frente al pensamiento único que corroe nuestra partitocracia. La segunda la existencia de una UPyD que si bien no se declara estrictamente liberal, sí que alberga muchos dirigentes en el partido que se sienten como tales, y además salta a la vista que es tan anti intervencionista como el PSOE metomentodo de la vidas ajenas.


Y en tercer lugar pero más importante... La sociedad civil que demanda con tanto ahínco reformas y apuesta por los derechos individuales frente a las tiranías del colectivo, comienza a encontrar sus lugares de combate y dialéctica en lugares como el Ateneo -dormitado durante décadas- o internet, después de haber muerto gracias fifty fifty al régimen franquista y el pensamiento único y buenista de los primeros tiempos de la democracia.


Las fotos que traigo para este post, o los siguientes de haberlos, son del album que ha subido Anghara (¿Lío en el Ateneo de Madrid? Ains) a Flick. A ella y Lord Acton debo agradecer la cena a la que me invitaron, pues como yo era el más socialista del cónclave liberal debía gorronear -o redistribuir riqueza*- dinero ajeno de alguna forma, ¿no? Bueno, también Miguel Angel Quintana de UPD comió gratis, pero lo suyo fue sorpresa al encontrar ya la dolorosa pagada.


Rep Rojigualda me recordaba en los comentarios de la anterior entrada que esto es una partitocracia. El profesor peralta la define como cupulocracia y a mí me gusta más eso de crapulocracia. De todas formas el primero que levantó ayer la voz contra ella fue Bernardo Rabassa, presidente del club liberal español, que ejerció de cicerone del acto. Leyó una nota del ayer ausente Garrigues walker y nos recordó que según las encuestas un 14% de los españoles se declara liberal frente al 19% de socialistas, luego no andamos muy lejos de obtener algo bonito. Acabó su presentación con un ¡viva la libertad! que fue aplaudido sonoramente por el público. Los aplausos siguieron a todos los presentes, no os negaré que fue un público entregado, llevándose la nota más alta Pablo Casado y Joaquín Nebreda.




No estaba prevista su intervención pero se cedió el atril a un asistente: Albert Rivera, de Ciudadanos de Cataluña. Éste solicitó de los partidos, de los que tienen oportunidad de mutar la sociedad, una especial querencia por el pragmatismo, por sacar al liberalismo del armario en el que se encuentra y mediante la flexibilidad en el gobierno obtener resultados.

Pablo Casado
fue el siguiente, y creo recordar el primero en escuchar el timbre de los diez minutos (marcialmente obedecido por los ponentes, once nada menos...Esto parecía 59 segundos) Se sentió orgulloso de que sus palabras en el congreso de Esperanza Aguirre suscitaran primero un intenso debate en internet para alcanzar como corolario el debate que ayer nos congregó. Para Casado el 2008 ha sido un año interesante para la dialéctica liberalismo vs socialismo (o constructivismo, como luego puntualizó Montoto) , donde se celebraban los aniversarios de Mayo de 1968, del 1808 de los liberales patrios o la primavera de Praga.

Enumeró una serie de puntos que afirma son los definitorios de las NNGG y PP de Madrid, como son la desconfianza hacia el estatismo, la persona como centro de la actuación política, el devolver la gestión y administración de la política al ciudadano. En educación criticó el igualitarismo socialista que hunde a todos por igual; defendiendo la calidad frente al intervencionismo en las mentes de los estudiantes, mencionando incluso el cheque escolar, algo que seguro complacerá a Vermoet. En ese sentido también el bono cultural. En empleo recordó la que suele ser política del PP desde los tiempos aznaristas, donde prima el evitar que los ciudadanos vayan al paro sobre otras medidas keynesiánicas. Fue más allá y habló del lastre que muchas veces supone el salario mínimo, al que recordemos no pueden llegar los tres millones y pico de parados, por algo será. O de la nefasta gestión de unos sindicatos anquilosados y de espaldas a la sociedad.



Fueron interesantes también sus críticas al pensamiento único en medio ambiente donde se huye de la energía nuclear, posiblemente la mejor solución para el progreso de una sociedad y también para cualquier tipo de ecologismo, y el cinismo también -porque la nuclear la importamos- con medidas como el 0´7 contra la pobreza mientras cargamos de aranceles e impuestos a los productos del tercer mundo. Sobran las ayudas internas en la UE que atontan a nuestros emprendedores mientras vacían el bolsillo del ciudadano, y las fronteras impositivas que lastran a los ciudadanos de Occidente, y sobre todo a los emprendedores de los países pobres que luego reciben migajas de los primeros.

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