El Premio, creado en 2000, celebra su séptima edición en el año 2012
Publicado por Publicspace.orgEl Premio Europeo del Espacio Público Urbano es un certamen bienal organizado por seis instituciones europeas con el ánimo de reconocer y estimular los proyectos de recuperación y defensa del espacio público en nuestras ciudades.
ESTADO ANTERIOR
El 15 de mayo de 2011, con el trasfondo de la Primavera Árabe, en el contexto de una profunda crisis económica y ante el creciente descrédito de las instituciones públicas, más de una cincuentena de ciudades españolas acogieron marchas de protesta convocadas por el colectivo ¡Democracia Real Ya! bajo el lema «No somos mercancía en manos de políticos y banqueros». Las manifestaciones de Madrid, que acabaron con disturbios y cargas policiales, dieron pie a que una pequeña parte de sus integrantes optaran por seguir la protesta de forma espontánea y al margen de los convocantes. Lo hicieron de madrugada, plantando un campamento improvisado en la madrileña Puerta del Sol. Esta céntrica plaza, quizá la más popular de la capital, acoge elementos tan simbólicos como el Kilómetro Cero (punto de convergencia del sistema de carreteras radiales del estado), la torre del reloj desde el que suenan las doce campanadas con las que se saluda el año nuevo, o la emblemática estatua de un oso y un madroño, iconos heráldicos de la ciudad. De factura decimonónica, posee un perfil semicircular y ocupa una superficie aproximada de una hectárea.
OBJETO DE LA INTERVENCIÓN
El objetivo de la acampada de Sol era el reclamo de cambios profundos en el sistema político y económico vigente. Los escándalos de corrupción, la endogamia de la clase política, el rescate de bancos con dinero público, los recortes sociales, la tasa de desempleo más elevada de la Unión Europea, la precariedad laboral, las dificultades de acceso a una vivienda digna, la presión hipotecaria sobre las familias, la obsolescencia del sistema de representación parlamentaria, el rechazo de los internautas a las leyes de protección de la propiedad intelectual y una extensa y heterogénea serie de motivos esgrimidos durante la protesta hicieron que el reducido campamento inicial creciera de forma exponencial.
DESCRIPCIÓN
Superando desapariciones intermitentes, el asentamiento se apoderó de toda la plaza. Obedecía a pulsiones dinámicas que le obligaban a adaptarse de forma constante a las condiciones de cada momento. A veces adquiría la morfología densa y compleja de una alcazaba, mientras que otras se replegaba rápidamente sobre sí misma para dar cabida a una concurrida manifestación. Estaba formada por construcciones efímeras y ligeras, ya fueran tiendas de campaña de origen comercial destinadas a pasar la noche o estructuras artesanales, construidas in situ y sobre la marcha con materiales de desecho que adquirían funciones insospechadas. Cuerdas, cables, lonas, plásticos y cintas adhesivas se aplicaban a ingeniosas construcciones en las que se cobijaban requerimientos logísticos como el de contar con servicios sanitarios o de intendencia. También servían para levantar, con una rapidez asombrosa, carpas de gran luz que protegían a los acampados del sol o la lluvia. Las construcciones reservaban, de forma eficaz y decisiva, espacios de interés colectivo como pasillos de circulación, bibliotecas o guarderías. Las tiendas del asentamiento se cimentaban con objetos pesados, como bidones llenos de agua, para no inflingir ningún desperfecto en el firme de la Puerta del Sol.
VALORACIÓN
Denunciada por algunos como apropiación ilícita del espacio urbano y silenciada por medios que solo la citaron bajo la presión de las redes sociales o la prensa extranjera, la acampada Sol desapareció pocas semanas después de su surgimiento espontáneo. Brigadas de limpieza organizadas por los propios acampados dejaron el espacio preexistente tal y como lo habían encontrado. La trascendencia de esta insólita ciudad evanescente aún es difícil de calibrar. Su condición física y al mismo tiempo dinámica la sitúan a medio camino entre la robustez de la urbs y la contingencia de la civitas. Pero su huella demuestra que el espacio público de las ciudades europeas sigue cargado del sentido político que durante siglos lo ha convertido en escenario de la disidencia. Este sentido ha cuestionado siempre las premisas de la legalidad vigente y el orden establecido para conquistar los derechos civiles de los que hoy gozamos. Sería atrevido pensar que nuestras democracias no están sujetas a él.
David Bravo Bordas, arquitecto
Parece una broma de mal gusto, teniendo en cuenta que mientras que españa los quieren criminalizar, en europa les reconocen el merito y el trabajo xD
ResponderEliminarEstupendo y preci(o)so texto... y perdonad el chascarrillo pero no me puedo resistir: David, Bravo (lo) Bordas!
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