viernes, 13 de abril de 2007

Sol y Alcalá

13 de abril de 2007
Por Raúl


La Puerta del Sol, epicentro de aquel Madrid de mediados del XIX hasta los años 40, parece que va a sufrir una nueva transformación. La culpa la tienen la peatonalización progresiva del antiguo núcleo referencial de la capital, y Kilómetro cero de todas las Españas.

Dentro de poco, Sol ya no será Kilómetro Cero transitable, por una sencilla razón, la de que solamente podrá ser cruzada en automóvil de Oeste a Este, de Mayor a la Carrera de San Jerónimo.



El resto de la Plaza será con toda probabilidad, según algunas fuentes consultadas, peatonal. Peatonales fueron las pioneras Preciados y Carmen. Hace pocos meses, Montera. Aún más recientemente, Arenal.

La próxima: Alcalá. Sí señor, Alcalá, la castiza Alcalá, que será sólo transitable un poquito a pié y otro poquito andando, desde Sol a Gran Vía.

En los planes del Sr. Gallardón para el Municipio en la próxima legislatura, un pajarito ha venido a decirnos, que la calle de Alcalá, la rumbosa, la castiza, la más madrileña, la orgullosa y bella Alcalá, solamente podrá ser recorrida a pié, desde la Puerta del Sol hasta su confluencia con la Gran Vía, donde majestuoso e imperial, se alza el edificio Metrópolis.

Una vez peatonales: Alcalá, Montera, Carmen, Preciados, y Arenal, todo el abanico de la Puerta del Sol contiguo a esas calles, será peatonal también.

Existe un obstáculo. Las obras de la famosa Estación de Cercanías que el Mº de Fomento está ejecutando en la nueva Estación. Unos elementos arqueológicos del siglo XVI, los cimientos o parte de ellos, de una Iglesia antigua han paralizado las obras. Pero las obras acaban de reanudarse, una vez tomadas las pertinentes medidas, y se espera que en unos cuantos meses más, las vallas y las máquinas desaparezcan de la superficie de la plaza.

Será entonces cuando la calle de Alcalá en su tramo inicial y la Puerta del Sol en su mayor parte, se conviertan en peatonales.



¿Se imagina el lector un paseo tranquilo, sin atender a tráfico alguno, desde Palacio Real y Opera hasta la Gran Vía, a la altura del Banco de España, pasando plácidamente y sin semáforos, por la Puerta del Sol?

¿Es imaginable un lujo semejante?

Me imagino ese paseo de noche, en verano, con los magníficos edificios de la calle de Alcalá iluminados, y creo encontrarme en la mejor ciudad europea. De verdad lo creo.

Un lujo.

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